Antonio del Moral, fiscal del Tribunal Supremo, fue el
encargado de inaugurar las I Jornadas sobre Violencia
Familiar con su ponencia sobre el tratamiento procesal de
las competencias de los Juzgados de Violencia sobre la
mujer.
Durante su intervención, del Moral señaló la saturación de
trabajo a la que se ven sometidos estos órganos ya que “la
ley pecó de ambiciosa con la buena intención de unir las
competencias civiles y penales”. Según el fiscal, esto ha
sido “poco funcional” ya que se tienden a primar los asuntos
penales para dar una respuesta rápida, y ello corre en
detrimento de aspectos civiles tales como divorcios,
separaciones o medidas cautelares. “Da la sensación de que
los profesionales de los Juzgados de Familia mantendrían una
mayor agilidad que los de violencia”, valoró.
El debate central de la intervención del fiscal se refirió
al ámbito de competencia de este órgano exclusivo,
especificando que “no es el lugar de la comisión del delito
sino el domicilio de la víctima en el momento en que se
produjeron los hechos, el que determina dicho ámbito
competencial”. Con esta idea, aclaró del Moral, se pretende
que la v´citima no tenga que desplazarse y que tenga el
juzgado cerca de su domicilio pese a que, en la práctica,
esta finalidad no se ha conseguido del todo.
“Muchas veces la víctima cambia de residencia precisamente
como consecuencia de los hechos denunciados y, sin embargo,
se sigue arrastrando la competencia del domicilio antiguo,
es decir, el que tenía en el momento en que se produjo el
suceso”, concluyó Antonio del Moral, fiscal del Tribunal
Supremo, suscitando un enérgico debate entre los jueces y
magistrados asistentes a las jornadas.
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