Durante su intervención en las jornadas, en las que versó
sobre la protección internacional de las víctimas de malos
tratos, el magistrado del Juzgado de lo Penal número 5 de
Almería, Jorge Jiménez, comparó la legislación española en
esta materia con la de varios países miembros de la Unión
Europea, señalando orgulloso el que semaos “el único país
miembro con una Ley Integral de Violencia de Género” aunque
reconoció que instrumentos como la “sensibilización y la
educación” se echaban en falta en todo el territorio
nacional.
Pregunta.- ¿Qué debate ha generado su ponencia sobre la
protección internacional a las víctimas?
Respuesta.- Hemos analizado este tema en los países de
nuestro entorno más cercano, cómo se trata la violencia
sobre la mujer en lugares como Francia, Alemania, Austria,
viendo lo novedoso y las diferencias con respecto a nuestro
sistema ya que nos interesa mucha de cara a la aplicación de
nuestra ley dentro del marco europeo común.
P.- ¿Qué destacaría o señalaría a España con respecto a la
UE en legislación contra el maltrato?
R.- Somos el único país que tiene una Ley Integral de
Violencia de Género y tratamos el problema desde una
perspectiva multidisciplinar enfocada en medidas de
sensibilización, educativas, políticas sociales,
asistenciales y la respuesta penal. Los otros países no lo
tratan de forma unificada en un solo texto legal sino a
través de diferentes instrumentos. Lo que se echa de menos
en la legislación española es que hay que potenciar mucho la
sensibilización y la educación.
P.- La legislación aplicada en Ceuta, ¿podría ser
conflictiva si la contrastamos con la mentalidad de los
ciudadanos del país vecino, Marruecos?
R.- Por su ubicación geográfica y estas peculiaridades, sí
es propio que se den más casos de violencia de género entre
extranjeros de una cultura distinta y una sensibilidad y
educación diferentes. No quiere decir que sean más proclives
a la violencia; mentalmente o teóricamente podríamos
suponerlo pero hay casos de todo tipo de nacionalidad
teniendo en cuenta que una de cada cinco mujeres sufre malos
tratos.
P.- Se ha hablado de las competencias territoriales de los
juzgados exclusivos de violencia sobre la mujer, sin
embargo, la ciudad autónoma carece de él...
R.- Es cierto que por el volumen de trabajo de Ceuta sería
necesario analizar si es conveniente tener un juzgado
exclusivo, pero tampoco es la solución. Quizás es mejor
dotar de más medios a los órganos existentes o descargarlos
de otros asuntos que pueden ser un lastre. Por el
conocimiento que tengo, no está planificada la creación de
un órgano de violencia sobre la mujer para Ceuta, con una
población pequeña y sin tanta repercusión.
P.- Durante su trayectoria como magistrado en la ciudad de
Almería, ¿ha tenido muchas deducciones de testimonio
originadas por denuncias falsas?
R.- No muchos casos porque la mayoría se van a Madrid, que
son sentencias absolutorias por carecer de pruebas, no que
no existan los hechos que denuncia la víctima. Deben ser
casos flagrantes y puede ser más una leyenda.
P.- Aunque hoy se hará balance de los 4 años de andadura de
la Ley Integral, ¿cree que se da un mal uso de ella tal y
como denuncian los padres que desean una custodia
compartida?
R.- No creo pero tengo la sensación de que la ley sorprendió
por la novedad y las conductas que castigaba con su forma
específica. La verdad es que esta ley es pionera y no hay un
uso distorsionado de la misma. Siempre se tiene sospecha
pero tampoco el uso atribuye muchas ventajas porque el hecho
de que hay una denuncia de malos tratos perjudica a los
hijos, se prueba y si no, son víctimas de un duro proceso de
ruptura. Y en caso de malos tratos, no se atribuye la
custodia compartida, una pretensión muy antigua y deseada
pero si no hay acuerdo, a través del fiscal, no se da.
Siempre debe haber un ambiente bueno entre los padres y no
se experimenta, por tanto, un mal uso de la ley para incitar
o privar de la custodia compartida.
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