La seo volvió a sufrir hace unos días, apenas ocho meses
después de los últimos desprendimientos, registrados en la
cúpula, nuevos desperfectos a consecuencia del deterioro
general de su cubierta. En esta ocasión, parte de la bóveda
se ha desprendido sobre la nave central tras recibir el
empuje del tejado, que se desplomó en un área cercana al
crucero. El suceso tuvo lugar la noche del pasado martes,
por lo que no ha habido que lamentar daños personales. Los
bomberos apuntalaron y sanearon ayer la estructura a la
espera de que, tal como ha solicitado Cultura, puedan
adelantarse las obras previstas con cargo al Plan de
Catedrales.
La catedral de Ceuta ha vuelto a sufrir el desprendimiento
de parte de su bóveda, algo que sucedió por última vez el
pasado mes de diciembre, en aquel caso, en la linterna. En
esta ocasión, y según la valoración inicial del arquitecto
de la Diócesis, Miguel Rial, se trata de un grave derrumbe
del tejado, que se ha desplomado sobre una estructura
interna “que ha aguantado como ha podido”, explicaba. El
derrumbe, registrado el pasado martes, se produjo por
fortuna por la noche, a una hora en la que ya no había nadie
en la catedral y afecta a la nave central en una zona
cercana al crucero.
Tal como indicaba el técnico y se apreciaba en el tejado, la
clave del mismo ha caído unos 25 centímetros y a este empuje
se ha sumado el de una buhardilla que sirve de ventilación a
la bóveda, cuyo entramado de madera tiene más de cien años.
Al deterioro de la estructura que sustenta el tejado se
añade el que, según la apreciación del arquitecto, presenta
la bóveda, fabricada con una doble fila de ladrillo macizo
unido por mortero.
El hueco que se ha abierto en la bóveda, de la que se ha
desprendido una gran cantidad material, incluidos numerosos
ladrillos, coincide con la carga de un puntal que en lugar
de colocarse sobre alguno de los arcos fajones, como es el
caso de otro situado muy cerca, cargaba en un punto sin
resistencia.
Aunque la cubierta de la catedral se encuentra en general en
muy mal estado, Rial considera probable que la intensa
humedad provocada en los últimos días por el viento de
levante, “casi como la lluvia”, haya sido la causa directa
de este último desplome.
Dado que el día 5 era festivo en Ceuta y que el templo
estaba cerrado al público, los responsables de la Ciudad
decidieron esperar a ayer para realizar las labores de
saneamiento y apuntalamiento de la zona afectada. Una
dotación de Bomberos formada por siete efectivos, un
camión-grúa y otros dos vehículos trabajó desde las 12.30 y
durante varias horas para evitar la caída de más cascotes.
Obra mayor
Una vez asegurada la estructura, habrá que abordar, según
indican los técnicos, el arreglo integral de la cubierta, a
la que en los últimos tres años ya se ha hecho alguna
reparación parcial, en concreto en las naves del Evangelio,
totalmente retechada, y el Sagrario, que sólo se
impermeabilizó. Para llevar a cabo estos trabajos, la
iglesia contó con la subvención de 310.000 euros que Cultura
destin a cada una de las confesiones religiosas de la
ciudad.
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Por el momento, el templo seguirá abierto
al culto y mañana acogerá la celebración de una boda
A pesar de los importantes
desperfectos causados por el derrumbe del tejado de la
catedral en el interior del templo, la intención de sus
responsables es mantenerlo abierto al culto, estableciendo
eso sí una zona acotada en la nave central. Según explicaba
ayer el deán, José Manuel González, para mañana sábado hay
prevista una boda que en principio se va a celebrar. El
canónigo señaló que ayer mismo tenía una reunión con los
novios, a los que explicaría la situación.
Ahora resta por realizar una labor más en profundidad en
toda la cubierta del templo catedralicio, pues las obras
llevadas a cabo en los últimos años para contrarrestar los
efectos de las humedades que sufre han sido, según las
describía a finales del pasado año el vicario de Ceuta,
Francisco Correro, como “gotas en un océano”.
El arquitecto de la Diócesis, Miguel Rial, considera que la
obra, aunque será de envergadura, podrá desarrollarse sin
demasiados problemas, ya que la cubierta de la catedral es
perfectamente accesible. Rial cree que cuando se arregle el
tejado será conveniente también “asegurar” la cúpula y
reforzar la bóveda.
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