La acumulación de vehículos abandonados en los terrenos en
los que la Entidad Pública Empresarial del Suelo (SEPES)
construye un nuevo vial que, a través del arroyo de las
Colmenas, enlazará la zona del Quemadero con la Almadraba
está siendo la causa de graves problemas a un negocio de
distribución de alimentos. El último episodio de una larga
lista de perjuicios que, según denuncia el propietario de
Almacenes Mame, está sufriendo su negocio, que da trabajo a
nueve personas, fue el incendio de la chatarra acumulada
junto a la nave, entre la cual hay incluso dos remolques de
camión. Según afirma, nadie se hace cargo de su retirada.
El propietario de Almacenes Mame, S. L., Antonio Becerra, no
sabe ya dónde recurrir para evitar que su negocio, que según
destaca, da trabajo a nueve personas, siga viéndose afectado
por la acumulación de basura, de cuya retirada nadie se hace
cargo, en una obra que desarrolla la Entidad Pública
Empresarial de Suelo (SEPES) en el arroyo de las Colmenas.
Además del daño causado a este negocio, la situación supone
un grave peligro sanitario y está produciendo la
contaminación de la zona, pues los residuos acumulados son,
fundamentalmente y tal como pudo comprobar ayer este diario,
vehículos abandonados que, además de incendiarse, como
ocurrió el pasado martes, vierten directamente en el suelo
aceites, combustibles y otras sustancias tóxicas.
Todavía “temblando” por el suceso del martes, Becerra
señalaba ayer que, de haberse declarado el fuego de noche y
no estar nadie cerca para avisar a los bomberos, su almacén
y el resto de naves situadas en la vaguada, media docena
más, podrían haber sido pasto de las llamas. “Aunque el
fuego no hubiera alcanzado la cubierta (metálica), el humo
tan negro que salía habría echado a perder si se cuela todos
los productos almacenados”, apuntaba.
Desde esta pequeña empresa, que distribuye en Ceuta entre
otros productos los de las marcas Pascual y Ferrero Ibérica,
se han presentado “desde hace años” más de 40 escritos
dirigidos “al ayuntamiento, a la Delegación del Gobierno, a
todas las instituciones”, indica su propietario, quien
afirma que ni los responsables de la obra, ni los
representantes de las distintas administraciones a las que
ha acudido, han atendido sus quejas.
Con anterioridad al problema actual de acumulación de basura
en las inmediaciones de su nave, Becerra tuvo que soportar,
según relata, los problemas de salubridad que causaban
algunos de los vecinos de la zona, donde “se ha criado de
todo, desde gallinas, a caballos, sin ningún tipo de control
y junto a un almacén de alimentos”, asevera. Hasta hace
aproximadamente seis años, él mismo se encargaba, dice, de
vigilar y llamar la atención a quienes acudían al lugar con
la intención de abandonar vehículos, chatarra o escombro,
pero tras la expropiación de los 10 metros de terreno de los
que era propietario en el perímetro de la nave, el titular
del mismo es la entidad expropiatoria.
SEPES no ha ofrecido por el momento los datos solicitados
acerca de la forma en que se lleva a cabo la obra ni sobre
su responsabilidad en la limpieza de la zona.
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La Policía Local se desplazó ayer al lugar en el que se
produjo el incendio para realizar un informe
EL PUEBLO coincidió ayer en su
visita al arroyo de las Colmenas con una dotación de la
Policía Local que, a requerimiento del dueño de Almacenes
Mame, acudió con el fin de realizar un informe de la
situación.
En su labor de inspección, los agentes fotografiaron la zona
afectada el martes por un incendio, en la que se acumulan
decenas de vehículos, entre ellos, los remolques
frigoríficos de dos camiones. Junto a la nave propiedad de
Antonio Becerra, ardieron un grupo de coches amontonados
alrededor de los cuales se acumulan otros muchos y todo tipo
de residuos, entre ellos, restos de las viviendas y
criaderos de animales que había en la zona y que fueron
derribados para construir la nueva carretera.
Tal como reseñaron los policías en su informe preliminar, el
riesgo no sólo se cifra en la posibilidad de que se
produzcan nuevos incendios, sino en la contaminación
medioambiental que causan los vehículos abandonados. El
último de ellos, cuya ITV caduca este mismo mes, fue
abandonado hace tan sólo dos días, según atestigua el
propietario del almacén de alimentos contiguo.
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