LUNES. 13
Por la mañana me entero del accidente casero que ha sufrido
el Delegado del Gobierno, durante el fin de semana. Trato de
conectar con Sergio Moreno para que me cuente, si a
bien lo tiene, qué le ha ocurrido a José Fernández
Chacón. Pero me resulta imposible localizarle. Así que
sigo insistiendo por la tarde. Con mejor fortuna. Y Sergio
me pone al tanto de lo ocurrido. Aunque, pasado el susto
inicial, me dice que Fernández Chacón se está recuperando
con mucha celeridad. Hasta el punto de que el miércoles
viajará a Madrid a fin de resolver asuntos concernientes a
nuestra ciudad. De lo cual me alegro muchísimo. Y es que
nada más conocer lo ocurrido, comencé a preocuparme por la
salud de alguien que por su forma de ser ha conseguido mi
estima. Estima que en absoluto se debe a su cargo. Sino que
se basa, simple y llanamente, en el buen talante que ha
venido exhibiendo Fernández Chacón, durante el tiempo que
lleva en esta ciudad. Sí, ya sé que a un político hay que
exigirle aciertos. Pues bien, Fernández Chacón los tiene y
encima viste ropajes de sencillez como si tal cosa.
MARTES. 14
Camino hacia el Casino de Ceuta para asistir a la velada
social programada por ‘Chocrón Joyeros’. Motivo: exponer las
“Joyas escultóricas” de Manuel Carreras: artista de
fama reconocida. De pronto, se me acerca una pareja que
también está invitada a la fiesta. Se trata de Manuel
Muñoz y su mujer. Que, en cuanto se presentan, me dicen
que son lectores de ‘El Pueblo de Ceuta’ y que, por tanto,
son también asiduos lectores de ‘El oasis’. Columna que
dicen seguir con gran interés. Les agradezco la atención,
como no podía ser de otra forma, mientras pasamos al
interior del recinto. Luego hice el intento en varias
ocasiones de acercarme a ellos para charlar un rato. Mas me
fue imposible. Ya que siempre que lo intentaba surgía algo
que me impedía acercarme al Jefe de Correos y a su esposa.
De cualquier manera, queda pendiente, pues, conversar en el
momento en que volvamos a coincidir en la próxima
cuchipanda. Que espero sea más pronto que tarde. Sobre todo
porque estoy en deuda con ellos.
MIÉRCOLES. 15
Una de las personas que más saben de cuanto se cuece en el
Ayuntamiento, me habla de que hace poco había tenido que
cortar a alguien que estaba recordando a Elena Sánchez
con una calidez tan falsa como desproporcionada. Cuando le
recomiendo que no se meta en líos, me responde que ante
ciertas posturas saturadas de hipocresías se le revuelven
las tripas y le hacen perder la compostura. Y es que la
persona que tengo delante tiene aún en la memoria el nombre
de alguien que nunca paró de hostigar a la consejera de
Fomento y la tuvo siempre sumida en un estado nervioso que
le fue causando daños irreparables. Pero lo que más le
enfurece, a este conocido mío, que tantas cosas lleva ya
vistas y vividas en el edificio municipal, es que quien
mantuvo sus constantes críticas acerbas contra Elena, poco
tiempo después conseguía meter la cabeza en un puesto
municipal donde gana dineros que jamás habría ganado en su
profesión y además con el mínimo esfuerzo. Es decir, lo que
todos conocemos por canonjía: empleo de mucho provecho y
poco trabajo. Y todo como recompensa por los servicios
prestados a un personaje que detestaba a la difunta. Vivir
para ver...
JUEVES. 16
Hoy, debido a una cita que tengo con la senadora Luz
Elena Sanín, tengo que cambiar todo mi plan de trabajo.
Pero lo hago con sumo gusto. Ya que hace tiempo que deseo
entrevistar a la senadora. La cita es a las diez de la
mañana. El lugar: una cafetería céntrica. Dado que suelo
llegar a los sitios con gran antelación, estuve media hora
larga esperando a la senadora del Partido Popular. Y viendo
que no llegaba, me dirijo a la redacción echando sapos y
culebras. En esos momentos, reconozco que me puede el
enfado. Mas en cuanto pongo los pies en la recepción de este
medio, Ángela Guerra me comunica el motivo por el
cual Luz Elena no ha podido estar en el sitio previsto. Si
bien me dice que me está esperando en el Hotel Tryp. Y allá
que me dirijo para sacarle a la entrevista todo el partido
posible. Pero la cosa volvió a torcerse cuando la grabadora
se puso renqueante. Y es que todo parecía ir esta mañana
contra mí. Menos mal que Luz Elena Sanín me facilitó la
tarea. Puesto que no sólo me respondió a todas las
preguntas, con la facilidad que en ella es proverbial, sino
que además me hizo pasar un rato la mar de agradable.
Charlar con la senadora, abogada reputada, es un placer. Y a
mí me toca decirlo.
VIERNES. 17
Raimundo Moreno anda preparando con su habitual
esmero los actos que el Centro Gallego celebra cada año para
honrar a su Patrón Santiago Apóstol. De modo que hoy, cuando
nos hallamos en la Avenida del Alcalde Sánchez-Prado, lo
primero que hace es invitarme a un café en el Tryp para
entregarme el programa de actos de 2009. Habrá, como
siempre, la correspondiente misa en la Iglesia Catedral, en
Honor al Patrón, y ofrenda floral a la Virgen de África
Patrona de la Ciudad. Ello será a mediodía. Luego, el sábado
25, a las 22 horas, comenzará la Cena Baile en la explanada
de las Murallas Reales, amenizada por la Orquesta Bohemia. Y
el domingo, también a las diez de la noche, celebrarán la ya
tradicional Cena de Hermandad para los socios en Plaza de
Santiago. Raimundo, secretario del Centro Gallego, está
preocupado porque la subvención de este año puede que no les
permita traer al grupo de gaitas y danzas ‘Ecos de mero’.
Pero, como él bien dice, ya se verá cómo se resuelve el
asunto cuando consigan los directivos del centro
entrevistarse con Vivas y Gordillo. Hablar con
Raimundo, secretario del Centro Gallego, me permite siempre
pasármelo bien.
SÁBADO. 18
Camino hacia la sede de esta Casa, para resolver unos
asuntos, cuando veo a Antonio Tirado Camacho, ‘Antonati’,
que está sentado junto a su mujer y uno de sus hijos, en una
terraza de la plaza Padre Perpén. Y lo primero que hago es
acercarme a ellos para poder darle un abrazo a un hombre a
quien aprecio muchísimo. Máxime cuando hacía ya la tira de
tiempo que no hablaba con él. Y es que cuando veo a Antonio
Tirado se me agolpan los recuerdos de una época en la cual
no había día en que ambos no mantuviésemos nuestra
correspondiente charla futbolística en el Murube. Ahí
comenzó mi amistad con un hombre bueno. Ganado por el fútbol
para que los niños pudieran aprovecharse de sus consejos y
vivieran una vida sana a edades donde desviarse del buen
camino principiaba a extenderse. Nunca me he cansado de
decir que la labor hecha por Antonati, durante tantos años,
jamás podrá ser apreciada en todo su valor. Y es que mi
amigo ha sido, sin duda, un ‘ángel de la guarda’, por más
que suene a cursilería, de infinidad de chavales
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