Hoy es domingo, y los domingos son
fiestas de guardar. A falta de un que otro euro que guardar,
me dedico a guardar los domingos, por aquello de tener algo
que guardar. Menos da una piedra.
Tenía la tentación al sentarme ante el ordenador, aprovechar
que es domingo, para escribir algo sobre el deporte rey,
referente a nuestro equipo, el equipo de todos los ceutíes,
nunca mejor dicho porque lo pagamos todos de nuestros
impuestos. Las cosas claras.
Estaba en eso, cuando me da por asomarme a la ventana, desde
la que diviso todo el recinto ferial, que para eso somos de
categoría A, para pagar los impuestos municipales. Advierto
a todos cuanto viven, en Marina Española, que eso de
categoría A, no se lo tomen a broma que es muy serio. En es
lugar, para que se entere el mundo mundial, de una vez por
todas, vivimos todos los capitalistas de esta tierra ¡Será
por dinero!.
Cómo serán los grandes capitales que vivimos por aquellos
lares, que cuando nos ven llegar los directores de los
distintos bancos, nos ruegan que no vayamos a hacer ningún
ingreso, porque ya no tienen sitio dónde poder meter nuestro
dinero. ¡Crisis que tenemos!. Taco, mucho taco, es lo que
tenemos todos los “capitalistas” que adquirimos nuestras
viviendas en semejante lugar. Somos de categoría A ¿pasa
algo, colega?.
Se me ha dido la “olla”. No se por qué les cuento estas
cosas, cuando lo que quería era contarles, que me asomé a la
venta de la cocina y, una año más, vi cómo se estaban
colocando los postes de la luz, cosa inequívoca que quedan
pocas fechas para el inicio de nuestras fiestas patronales,
en honor de nuestra patrona, la Virgen de África.
Y es, precisamente, en esa y única época, donde nos ponen
luces suficientes para que podamos ver nuestra calle
iluminada con las guirnaldas colocadas sobre postes de un
lado a otro de nuestra calle. Lógicamente esto se hace para
demostrar al resto, a los pobretones que no tienen “taco”,
que nosotros somos de categoría A.
Les digo que con la llegada de las fiestas patronales, es la
única vez que nos pone guirnaldas con luces, pues en los
carnavales, no nos ponen ni una mala bombilla. Lo
comprendemos, esa es una fiesta para los que no nadan en la
abundancia, como nosotros los del “taco”. ¡Y a peseta el
taco, Paco!. Este es el pregón que lanzaban, antiguamente
los turroneros, para ofrecer su mercancía. ¡Menos mal que ya
me he metido de lleno en el asunto de la feria. Una feria
que no se concibe sin la llegada de los puestos de turrón.
Los turroneros, que ya algunos son de la segunda y tercera
generación, son algo tradicional en nuestras fiestas
patronales. O sea, que en nada, serán los primeros en
aparecer, para instalar sus caravanas. Los turroneros son,
siempre, los primeros en llegar y los últimos en marcharse
de esta tierra.
Hoy se han modernizado, de tal forma, que nada tienen que
ver con aquellos opuestos de turrón de la época de mi niñez,
e incluso de mi juventud. Y es lo que decía la sabia de mí
abuela:”los tiempos cambian que es un primor. Y los puestos
de turrón también, abuela.
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