PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 19 DE JULIO DE 2009

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Los profesores y su trascendental papel

Profesores del siglo XX formando (o intentando hacerlo) a alumnos del XXI en aulas del XIX. Ese es uno de los retratos que, con cuatro pinceladas, aciertan a hacer los especialistas de los problemas de la Educación en España en general, un asunto que en Ceuta cobra una referencia especial como líder regional destacada en tasas de fracaso escolar. El (también) profesor de la Facultad de Ciencias de La Educación de la Universidad de Cádiz Rafael Jiménez Gámez acaba de entregar al Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) un interesantísimo estudio al respecto bajo el título ‘Explorar y comprender el fracaso escolar en el contexto multicultural de Ceuta’. En él Gámez constata, y no es baladí, que al menos la población es consciente del problema: el 98,6% de quienes contestaron a sus cuestionarios respondieron que sí existe fracaso escolar en Ceuta. A continuación, el autor enumera las causas de este fenómeno, que pueden localizarse, entre otros puntos, en la motivación, expectativas, relaciones escolares y comportamiento del alumnado; los aspectos multiculturales y la escuela como tal. Como mínimo, el informe realizado debe servir para concienciar a las Administraciones de la necesidad de seguir invirtiendo y atendiendo al ámbito docente como prioridad irrenunciable y a los docentes y las familias de que deben modificar, siquiera ligeramente, algunas de las posiciones en las que actualmente se encuentran. De nada sirve que un padre o una madre repita a su hijo que la escuela es importante, como casi todos dicen estar convencidos de creer, si su involucración en las actividades del centro es nula. Los profesores lo saben y así se lo han contado a Gámez, pero también ellos deben mirarse en el espejo para comprobar si algunas de las actitudes o prejuicios que mantienen no tienen que ser de forma obligatoria sometidos a revisión. Imprescindible socialmente, el profesorado debe ser lo bastante valiente para asumir que la docencia no tiene que pasar por someter al alumnado a sus arquetipos, sino que también exige un esfuerzo empático por su parte que sin duda mejorará los resultados.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto