Con diurnidad y alevosía, la Asociación de Amigos de los
Vehículos de Época de Ceuta salieron ayer a pasear con sus
más de treinta reliquias, entre turismos y motocicletas,
para evocar una época en la que las líneas de diseño se han
convertido en deliciosamente clásicas y nostálgicas.
¿Quién no viajó en los años 80 en un Seiscientos con, al
menos, cuatro ocupantes más? La Asociación de Amigos de los
Vehículos de Época de Ceuta hicieron recordar ayer a los
ciudadanos en lo deliciosamente clásicos que se han
convertido aquellos turismos y motocicletas que hoy son
piezas codiciadas de coleccionistas.
La caravana arrancó en la plaza de África y recorrió la
ciudad con el gusto por conducir un clásico y oírle vibrar
bajo tu cuerpo. Entre las joyas, un Studebaker Comander del
año 1935 o una moto Zündapp G-22 de 1923.
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