El desarme arancelario de Marruecos supone oportunidades
para Ceuta, pero también riesgos. El estudio consigue
demostrar que el impacto que la pérdida de aranceles a la
importación de productos europeos desde Marruecos no
afectará de forma “significativa” a la economía de la
ciudad. Sin embargo los investigadores advierten de que el
afianzamiento de los vínculos comerciales entre Marruecos y
la Unión Europea con la eliminación de los aranceles “puede
dejar a Ceuta en una situación de aislamiento”.
Ello sería así siempre y cuando se intensificara el comercio
entre Marruecos y la Unión Europea a expensas de la
reducción de la intensidad de las transacciones entre Ceuta
y Europa por un lado y entre la ciudad y el país vecino por
otro. Ante esta hipótesis “Ceuta quedaría marginada de los
tráficos comerciales dentro del triángulo UE- Marruecos-
Ceuta, en cuyo caso, los más conveniente es la integración
en la Unión Aduanera Comunitaria”.
Ante tal situación, según detalló el investigador José
Aureliano Martín Segura, sería necesario dotar a Ceuta de
las ventajas de una región ultraperiférica, como forma de
frenar el continuo deterioro de su modelo económico. No
obstante, esta opción resulta harto complicada ya que la
ciudad autónoma no puede beneficiarse de las posibilidades
de las regiones ultraperiféricas al no cumplir uno de los
requisitos, el de la distancia sobre el continente europeo.
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