El ingreso en la Unión Aduanera, el potenciamiento de las
Reglas de Origen, el desarme arancelario de Marruecos de
2010, la creación de una frontera comercial en el Tarajal.
Estos son algunos de los interrogantes que la ciudad de
Ceuta mantiene abiertos actualmente en materia económica.
Cada uno de ellos exige de una respuesta política que
permita un aprovechamiento de las mismas y sirva para
reactivar la maltrecha economía ceutí.
La primera respuesta a una de las interrogantes
anteriormente citadas, como es la del desarme arancelario,
llega ahora de la mano de la investigación.
El desarme arancelario de Marruecos no afectará de forma
“significativa” a la economía de Ceuta. Esta es la principal
conclusión de la investigación iniciada hace algo más de un
año por un grupo de profesores de Economía y Empresariales
de la Universidad de Granada (UGR). Una afirmación que acaba
de un plumazo con las muchas dudas que generaba este proceso
de pérdida de aranceles a la importación de productos
procedente de la Unión Europea por parte de Marruecos.
Las primeras estimaciones indican que el desarme arancelario
de Marruecos “ejercerá una influencia sobre la evolución de
la economía local a través de la disminución de las
importaciones, aunque no será significativa y quedaría
compensada por el crecimiento económico del país”, apuntó
José Aureliano Martín Segura, uno de los investigadores.
El grupo mantiene que el impacto económico de la pérdida de
aranceles a la importación será “nulo” para Ceuta en
términos de valor añadido. Gabriel García- Parada, otro de
los componentes del grupo, explica que la mercancía
importada que luego sale a Marruecos “sólo produce IPSI, no
deja riqueza en el circuito”. Uno de los principios básicos
en economía alude a que una mercancía en movimiento genera
riqueza dentro de la cadena productor, distribuidor,
vendedor, comprador. Ninguno de ellos actúa en Ceuta con
esta mercancía.
Mediante la recopilación de información estadística sobre
productos importados, aranceles e IPSI el grupo ha elaborado
un panel de datos. Este ha conseguido, entre otras
cuestiones, estimar qué porcentaje de las importaciones de
Ceuta va a parar a Marruecos. Una operación nada sencilla de
hacer, por otra parte, dada la inexistencia de una aduana en
el Tarajal. Así, los investigadores sitúan en una horquilla
del 45 al 55 por ciento el grueso de las improtaciones que
acaban en el país vecino, según precisó García- Parada.
Este era uno de los pasos vitales pues supone saber qué
porcentaje de las importaciones puede verse reducido por la
entrada del desarme arancelario. Lo lógico es que si
Marruecos pierde los aranceles deje de importar a través de
Ceuta. No obstante hay que contar con un dato, la mercadería
con origen externo a la Unión Europea, que sigue teniendo
aranceles. Una partida que posiblemente seguiría llegando al
país vecino mediante su desembarco en Ceuta. En un estudio
anterior, el catedrático de Economía Aplicada, Joaquín
Aranda, situó en un 16% las importaciones de Ceuta
procedentes de países terceros.
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El efecto positivo de la compensación del IPSI por el
principio de suficiencia financiera de Ceuta y Melilla
El estudio, pese a su complejidad
y rigurosidad, no ha llegado a la búsqueda de las causas,
tal y como reconoce José Aureliano Martín Segura. No
obstante la experiencia y el conocimiento que los
integrantes del grupo tienen sobre la economía ceutí permite
aventurarse en alguna que otra explicación a la principal
conclusión del estudio. ¿Cómo la economía de Ceuta puede no
verse afectada si puede perder hasta un 55% de sus
importaciones? Además del hecho de la compensación derivada
del crecimiento económico del Norte de Marruecos, los
expertos aluden al efecto positivo de la garantía de
percepción del IPSI por parte del Estado como parte del
principio de suficiencia financiera de Ceuta y Melilla. De
esta forma, ambas ciudades perciben cada año el nivel de
IPSI de 2001 más el IPC. “Se importe o no se importe, se
venda o no, sigue siendo el mismo. Vamos, que lo que no se
consiga recaudar lo compensa el Estado. El IPSI que no se
recaude se pone por ley”, apunta Martín Segura.
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