Nada nuevo respecto de lo que ayer surgió como explosión
informativa por la detención en Marruecos de cinco elementos
acusados de pertenencia a banda terrorista activistas de la
Salafía Yihadía. Las Fuerzas de Seguridad marroquíes desde
su Jefatura en Rabat y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
españolas desde su sede central de Madrid actúan con
coordinación en la lucha antiterrorista, así se desprende de
las informaciones recibidas por fuentes de la Dirección
General de Policía.
Milud Layachi Mohamed y Hamido Mohamed son los dos únicos
españoles que han sido detenidos acusados formalmente de
integración en banda terrorista por la Justicia marroquí
después del operativo desplegado por las fuerzas de
seguridad del país vecino y abierto desde el pasado mes de
abril en el que también fueron detenidos otros tres
individuos marroquíes con residencia en España. De estos
tres marroquíes, que poseían el Número de Identificación de
Exranjeros (NIE) para residir en España, uno de ellos vivía
en Ceuta, precisamente el acusado como jefe de la célula
activista que no es otro que Abu Yassine, con un notable
bagaje de antecedentes de islamismo radical al otro lado de
la frontera.
Milud Layachi fue, como igualmente pasó con Hamido Mohamed,
detenido en la misma frontera por los agentes marroquíes. Y,
aunque su participación en la célula no era relevante (ni
siquiera sabían donde se metían), han sido acusados por
transportar vehículos ‘doblados’ adjudicados nominalmente a
personajes muy buscados en Marruecos, que se refugian en
Ceuta y son españoles.
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