Los consejeros de Economía y Hacienda, Guillermo Martínez y
Francisco Márquez, de la Ciudad Autónoma presentaron el
pasado 10 de marzo como “una de las iniciativas más
importantes, de mayor calado y más ambiciosas de los últimos
años” su propuesta de reforma del Régimen Económico y Fiscal
(REF) especial de Ceuta y Melilla. Ambos describieron su
propuesta como una forma de atraer inversión productiva
mediante la ampliación de las bonificaciones fiscales
vigentes y la aplicación de otras medidas económicas. A la
espera de forjar “el consenso más amplio posible” en la
ciudad y mientras aún se aguarda la opinión de la oposición
sobre el texto la iniciativa legislativa que se formulará
para llevar el texto a las Cortes tendrá que esperar,
presumiblemente, hasta después del verano.
La propuesta de reforma de la Ciudad prevé incrementar
“todas” las figuras impositivas del Estado en Ceuta, un
planteamiento que según los cálculos de los consejeros
conllevaría una inyección económica inmediata en la ciudad
de aproximadamente el 5% del Producto Interior Bruto (PIB)
regional, que supera los 1.800 millones de euros, por lo que
la Administración General dejaría de recaudar anualmente
“entre 80 y 90 millones de euros”.
“Se trata es de contribuir de modo significativo a que el
modelo de desarrollo económico de Ceuta y Melilla encuentre
una plataforma de empuje notable tras la pérdida de la
economía del bazar que se apoyaba exclusivamente en el
carácter de territorio franco; el debilitamiento
espectacular de las actividades relacionadas con los
suministros a buques; y la drástica reducción de efectivos
militares para tener una posición competitiva en el orden
económico, de calidad de vida y cohesión en lo social”, han
explicado en reiteradas ocasiones desde el Ejecutivo local,
que considera “agotado” el actual modelo de especificidades
fiscales, que data de 1860.
La reforma consta de tres bloques de medidas: fiscales, para
el sector marítimo y portuario y “genéricas”. El coste de
las primeras, que básicamente pasan por elevar del 50% al
75% las deducciones fiscales del Impuesto de Sociedades y de
la Renta. Las segundas pasan por la creación de un “sistema
de compensaciones” que permita abaratar el coste efectivo
del transporte marítimo y aéreo de mercancías entre Ceuta y
la península y por “una ampliación de las bonificaciones de
las tasas de buque, pasaje y mercancía aplicables en el
puerto de Ceuta” cuyo coste asuma Fomento.
Igualmente, se plantea simplificar, clarificar y
acondicionar “de modo exclusivo” al domicilio fiscal en
Ceuta y Melilla el Régimen matriculación de embarcaciones de
grandes yates “con el fin de favorecer la actividad nautico-deportiva
en ambos territorios”.
Para terminar, se insiste en instar al Estado a que pida a
Bruselas que otorgue a las dos ciudades un estatus
“equivalente” al de las regiones ultraperiféricas [Azores,
Canarias, Guadalupe, Guayana, Madeira, Martinica y Reunión].
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