Siempre sonriente, tan lejos del papel afectado que lucen
muchos de sus compañeros en un gremio, el político, con el
que todavía no le sale meterse en un “nosotros”, Izaskun
Bernal (Ceuta, 1978), la candidata número 34 del PSOE a las
próximas elecciones europeas da la impresión de disfrutar
como nadie de su primera campaña poniendo cara a un proyecto
que dice tenerla “convencida” hasta el tuétano. Asentada en
Bruselas, donde ya lleva más de 5 años trabajando, de
momento no se plantea volver a una ciudad a la que le ha
pillado el pulso en apenas diez días y que la ha dejado
gratamente sorprendida por la reacción que ha tenido a su
presentación como candidata.
Pregunta.- ¿Es feliz en Bruselas?
Respuesta.- Si hubiera sol creo que ni siquiera me
plantearía volver. A corto plazo mi futuro lo veo allí. Más
adelante creo que acabaré moviéndome, aunque todo dependerá
de los proyectos que surjan. Yo me considero ciudadana
europea y estar en un sitio u otro me da un poco igual
siempre que el proyecto ilusione. Si el partido decide
contar conmigo para cualquier otra cosa allí estaré.
P.- ¿Cómo es un día de Izaskun Bernal como asesora de la
Delegación Socialista Española en el Parlamento europeo?
P.- Es una mezcla del horario europeo y el español. La
mayoría de mis compañeros comen a las doce pero a nosotros
ni se nos abre el estómago ni es un momento propio porque no
dejan de llamarnos desde España. Me cuesta madrugar y apuro
todo lo que puedo, así que me levanto a las ocho para estar
a las nueve en la oficina. Solemos parar para comer a la una
y, si puedo, voy al gimnasio antes de volver al trabajo, a
eso de las 14.30 horas. Los mejores días estoy libre a la
seis y media o siete.
P.- ¿En qué consiste el trabajo?
R.- He vivido una evolución de contenidos y
responsabilidades, que no es lo normal, pues generalmente un
técnico trabaja para un diputado durante toda la
legislatura. Yo empecé con Elena Valenciano hasta que fue
elegida diputada nacional en las últimas generales. Así, he
estado vinculada a Cooperación al Desarrollo, a las
relaciones con la prensa y al análisis de dossieres
puntuales, generalmente relacionados con la mujer: tráfico,
igualdad, violencia machista, mutilación genital… Uno de
nuestros objetivos es llegar a tener sacar una directiva
europea sobre la violencia machista.
P.- ¿Cuenta con volver allí si no es elegida
europarlamentaria?
R.- En principio sí. Allí tengo mi trabajo y me
reincorporaré poco después de las elecciones para seguir
trabajando como estos últimos 5 años.
P.- De volver a Ceuta, pues, ni hablamos
R.- En principio no me lo planteo. Luego veré las
circunstancias porque la vida da muchas vueltas. Desde luego
mi padre estaría encantado, pero no está en mis pensamientos
porque tengo mi vida hecha allí.
P.- Hace ya un montón de años que se fue de aquí. ¿Le ha
costado reinstalarse?
R.- Soy caballa, si no me equivoco, de quinta generación, y
mi ciudad me parece encantadora, con unas vistas preciosas
esde cualquiera de sus rincones. Cuando vengo aquí me
encanta ir a correr junto al mar. El 8 de junio estaré
haciéndolo otra vez.
P.- ¿Qué es lo que más le chirría de Ceuta?
R.- No está en mi mano arreglarlo pero creo que deberíamos
ser más tolerantes. Convivimos bastante bien y somos un
ejemplo de esa Alianza de Civilizaciones que Zapatero
propugna, pero en el día a día yo sigo oyendo muchos
comentarios racistas. De todas partes. Esas cosas en
Bruselas, que también es una ciudad de muchos colores y
lenguas, no lo oigo o lo oigo menos. Ceuta necesita un
poquito más de tolerancia, de aprender a entendernos unos a
otros para superar las dficultades.
P.- ¿Qué parte de los ceutíes espera que vote al PSOE el
próximo domingo?
R.- Espero que todo el mundo. Estoy tratando de dirigirme a
todos los colectivos: a los jóvenes y a los menos jóvenes, a
las mujeres, a los discapacitados, sobre todo a esas
personas menos favorecidas, más vulnerables, a las que
honestamente la izquierda siempre ha defendido mejor y que a
mí me sorprende muchas veces que apoyen a la derecha. No
quiero vender mi proyecto, sino ilusionar a la gente con él,
que crean en él.
P.- ¿Tiene alguna teoría para explicar por qué Ceuta no cree
en el PSOE?
R.- El partido ha pasado una época muy mala cuyo principio
no sabría concretar. Los dos últimos han sido una época muy
complicada. A mí me dio mucha pena la disolución, pero
parece que las cosas se han resuelto y ahora tenemos una
nueva generación al frente del mismo con muchas ganas de
forjar un proyecto alternativo al del PP para Ceuta, que se
beneficiaría mucho de ello.
P.- ¿En qué se basa ese proyecto?
R.- En que en Ceuta cabemos todos. Nuestra esencia y la de
esta ciudad es la de promover la convivencia y la
interculturalidad de verdad. Yo no soy sectaria. Me dirijo a
todos los ceutíes. Me parece curioso que determinado
electorado como los musulmanes o las mujeres o los
homosexuales puedan votar al PP, que en el Parlamento
europeo se ha negado a condenar el franquismo, ha boicoteado
las cuotas, ha bloqueado la extensión del permiso de
maternidad, ha hecho declaraciones xenófobas... Si la gente
fuera consciente de ello, y sólo hay que rascar un poquito
para verlo, las cosas cambiarían. El PP se inspira en el
humanismo cristiano, pero en Europa hay muchas más cosas:
musulmanes, hebreos, hindúes, agnósticos y ateos, que sería
donde me metería yo.
P.- ¿El PP les ha metido un gol presentando ese conjunto de
medidas ‘localizadas’ para la ciudad?
R.- Hay que reconocer que intentar vender eso ha sido una
buena jugada, pero de corto recorrido. En apenas una semana
hemos probado que ahora proponen cosas contra las que han
votado hace apenas unos meses en Europa como la de dar a
Ceuta un trato similar al de las regiones ultraperiféricas.
Ahora han traído una lista de la compra de promesas
infundadas y sin aval alguno: son un eslogan político, un
titular muy bonito, nada más. Con esa visión tan simple y
tan localista no se construye Europa.
P.- ¿No le parece poco serio que las propuestas de los dos
grandes partidos se limiten, sobre un tema capital como la
Unión Aduanera (UA), a decir que hay que estudiarlo? ¿No
deberían tener ya una posición fijada?
R.- Poco seria me parece la posición del PP ceutí, que hace
dos semanas se lanzó a decir que apostaba por la integración
hasta que dos líderes nacionales tuvieron que reconducirles.
Nuestra postura siempre ha sido la misma: hace falta un
estudio riguroso con conclusiones para, en función de los
pros y los contras, tomar una decisión. Hasta ahora no ha
habido debate al respecto. Ahora lo hay y nos vamos a
posicionar, pero de una manera rigurosa, no electoralista.
P.- Explique cómo va lo de catalogar a Ceuta como ‘región
fronteriza alejada’
R.- El PSOE ha defendido hasta en seis informes distintos,
el triple que el PP y con un grado de relevancia muy
superior, las particularidades de Ceuta y de Melilla y la
necesidad de atenderlas de forma específica. El PP ha votado
en contra. Esa es la verdad. Me sorprende que tengan esa
cara, como lo del Observatorio de la Inmigración. El oro día
oí a Nieto [Adela, candidata Popular ceutí al 7-J] decir que
éramos un ejemplo por cómo recibíamos a los inmigrantes,
pero lo que más me sorprendió fue que dijese ¡¡que el
ejemplo era cómo acogíamos a 20.000 personas al día!!. Creo
que tiene los conceptos un poco confundidos. Son
trabajadores transfronterizos, no inmigrantes. Es tan obvio…
Me parece muy insolidario reclamar ahora para Ceuta recursos
que Canarias necesita más. Es una muestra de que no conocen
bien los temas y la política europea. Es una receta local
para ganar una serie de votos sin contar cómo son los
problemas reales en Europa y cómo hay que atajarlos.
P.- Mañana tiene su primer debate con Adela Nieto. ¿Lo
espera con ganas?
R.- Lo que tengo ganas es de que llegue el 7 de junio, de
ver los resultados y de celebrarlos. El debate es un paso
más que no me preocupa ni me inquieta especialmente.
P.- ¿No es un poco triste que la campaña se centre en
cuántos fondos europeos más va a poder seguir recibiendo
España y Ceuta?
R.- Para mí en esta campaña hay dos ejes importantes, aunque
trato de ir más allá de ellos: la crisis y cómo vamos a
salir de ella. Está habiendo mucha manipulación por parte
del PP con ese tema y no para ayudar, sino para intentar
para ganar las generales. Me gustaría hablar de la igualdad,
de la solidaridad, de los jóvenes, de la cooperación al
desarrollo, exponer lo que hemos hecho los socialistas, que
es nuestro principal aval, y lo que queremos hacer, pero el
tema de los fondos lo está acaparando todo.
P.- ¿Cuándo se cierre el grifo seremos menos europeístas?
R.- Ceuta se ha beneficiado mucho de los fondos europeos y
ha logrado un grado de desarrollo que no habría alcanzado
sin ellos. Es cierto. Pero también lo es que fueron Jacques
Delors y Felipe González, al que llamaron pedigüeño, quienes
los crearon. Y fue Zapatero el que obtuvo 50 millones de
euros extra para las ciudades autónomas en la última
negociación. Yo digo no a la política del miedo del PP
porque tenemos nuestras peculiaridades, pero si vamos a
recibir menos dinero será porque estamos más desarrollados y
no lo necesitamos tanto y hay otras regiones que lo
necesitan más. El espíritu de los fondos es el de la
solidaridad. Y el PSOE cree en ella.
P.- ¿La crisis no adelgaza la solidaridad?
R.- La UE ha puesto mucho dinero para los diez nuevos
países. En el futuro dependerá de quién negocie y la gente
sabe que la izquierda europea tiene mayor sensibilidad que
la derecha. Habrá que ver qué gobiernos hay en Europa y qué
Europarlamento tenemos. Eso es lo que nos jugamos ahora.
P.- ¿Qué porcentaje de su mensaje está marcado por el
partido, en Madrid o en Ceuta? ¿Hasta dónde llega su
libertad?
R.- A nivel local tengo carta blanca y la absoluta confianza
del secretario general del partido en mi mensaje, en mis
maneras y en mi fondo. Desde Madrid tampoco me han dicho
nada porque llevo cinco años trabajando allí y conozco bien
los argumentos y el proyecto. Yo no me he tenido que
aprender ningún papel porque el mensaje del PSOE está claro:
quien quiera una europa más progresista y más comprometida
con los ciudadanos tiene una opción clara, la socialista.
P.- ¿Intuía cuando le dijeron que sería candidata que
vendría aquí para que le diesen por todos los lados, desde
el PP y también desde la izquierda localista?
R.- Me han sorprendido muchas cosas, es verdad, pero tampoco
tengo la impresión de que me estén zurrando por un lado y
por el otro.
P.- A usted personalmente tal vez no, a las siglas que
representa
R.- Yo creo que nos atacan porque no tienen argumentos, pero
me da igual. Cuando escuchamos ataques que tratan de
manipular la realidad replicamos, pero estamos tan
convencidos de nuestros argumentos que no nos afectan esas
críticas.
P.- ¿Qué es lo que le ha sorprendido entonces?
R.- La expectación y la buena acogida que he tenido en
Ceuta. No esperaba tanto. He visto ilusionada a mucha gente
en Ceuta por Europa y por explicar nuestro proyecto. Desde
Madrid me ha sorprendido que me llamen para ir a otros
sitios: ¡Me habían invitado incluso a dar un mitin en
Almería el martes en inglés! Tampoco esperaba la energía que
consume una campaña, no sé si porque me lo estoy tomando muy
a pecho, pero también me estoy dando cuenta de que doy para
mucho más y de que el día 8 seguramente lo echaré de menos.
Primera campaña
P.- ¿Se considera ya una política profesional?
R.- Yo soy politóloga y como tal he trabajado estos años,
asesorando a la Delegación Socialista Española en el
Parlamento europeo, siempre en segunda línea. Esta es la
primera vez que soy la cabeza visible y, la verdad, todavía
no me sale la primera persona del plural para decir
‘nosotros los políticos’.
P.- Los políticos tienen muy mala fama y usted, en casa,
habrá visto tanto las cosas buenas como las malas del
mundillo. ¿Está segura de su opción?
R.- Lo que yo escogí fue el compromiso con la política, con
la sociedad como yo la entiendo para cambiar las cosas según
tus ideales y lograr una sociedad más justa, más
igualitaria. Lo de ahora me ha venido un poco rodado,
producto de un cúmulo de circunstancias en un momento
preciso. En cualquier caso yo no creo que los políticos
tengan mala imagen, o al menos que todos la merezcan. Como
en todas las profesiones hay de todo, pero el trabajo de un
político, de la gran mayoría, tiene mérito: trabajan con sus
ideales, sean cuales sean, por construir el futuro y el
presente. No todo el mundo se atreve ni puede con eso.
P.- ¿Qué es lo que menos le ha gustado de estos diez días en
primera línea?
R.- Sentirme observada las 24 horas del día. Es una
situación un poco rara... Salir a desconectar y no poder
dejar nunca de ser ‘la candidata’. No me acostumbro, pero me
imagino que porque es mi primera campaña.
P.- Sin pasión de partido, ¿cómo se ve a España y a Zapatero
en Europa?
R.- A España, como un país estupendo. Todos quieren venir, a
veranear y a vivir.
P.- Al margen del sol y la fiesta..
R.- ¡No es sólo eso!. Gusta la calidad de vida, el carácter,
la manera de entendernos y comportarnos. Somos un país
envidiable y Zapatero es un referente político, y no sólo de
la izquierda europea. La Ley de Igualdad se nos pidió
inmediatamente, cuando todavía no estaba ni traducida, para
ser estudiada. No nos podemos imaginar la cantidad de
felicitaciones que reicibmos. También por la Ley de
Dependencia, por de la Violencia de Género. Sarkozy, que no
es de izquierdas, también ha alabado las políticas de
Zapatero, y lo mismo Obama cuando vino a Europa, no a
España.
P.- Habla de traducciones, una prioridad en la Unión. ¿Qué
le parece la atención a la diversidad lingüística en Ceuta?
R.- Creo que ha mejorado, que es más fácil encontrar sitios
para aprender árabe. A mí me gustaría hacerlo, pero nos
queda camino por recorrer.
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