La nueva junta directiva del Príncipe Alfonso se reunió en
la mañana de ayer con el Arquitecto Municipal, Javier Arnáiz,
y con los consejeros de Presidencia, Fomento y Medio
Ambiente para aclarar a los vecinos cuáles son las líneas de
actuación infraestructurales en la barriada más grande de
Ceuta. Arnáiz pidió paciencia por la ejecución de las obras
y aseguró que con la ayuda de todos, el Príncipe se
convertirá en un punto neurálgico.
Javier Arnáiz dibujó en la mente de los asistentes una
barriada renovada, acoplada a las futuras incorporaciones
del entorno, espaciosa y equipada en todas sus agrupaciones
(sur, este, centro y norte). La reunión se produjo a las
11.00 horas en la oficina habilitada para tratar todos los
asuntos relativos al Plan Especial del Príncipe Alfonso. El
arquitecto municipal congregó a vecinos, nueva junta
directiva de la Asociación de Vecinos y consejeros de
Presidencia, Pedro Gordillo; Fomento, Juan Manuel Doncel;
Medio Ambiente, Yolanda Bel; y viceconsejero de
Equipamientos Urbanos, Gregorio García Castañeda, para
explicar cuál es el devenir de la barriada más amplia y
menos desarrollada de Ceuta. “Ahora mismo damos una imagen
que ni Vallecas en Madrid. Vamos a intentar sacarlo adelante
entre todos. Nos faltan equipamientos, una biblioteca,
guarderías, espacios deportivos... pero después de 200 años,
no podemos hacer todo esto en 10 minutos”, expresó Arnáiz.
Por ello, el arquitecto pidió tiempo, pero también
colaboración. “En Europa nos piden que tengamos terminadas
las obras en un determinado tiempo y, a veces, nos estamos
encontrando con obstáculos”, aclaró. Estos obstáculos pasan
por las parcelas que los propios vecinos han vallado con
chapa. Viven allí, con menos de 300 euros mensuales y se
protegen por temas de seguridad cerrando sus parcelas.
“Nunca hemos tirado una de estas casas, pero tenemos que
meter saneamiento y necesitamos retranquear en estos
espacios acotados. Nosotros les quitamos la chapa y a cambio
les ponemos una valla más confortable, que también les dé
seguridad, pero es fundamental que nos dejen meter por allí
el saneamiento, porque si no, nos limitan muchas
posibilidades. Por eso, os pido a la Asociación de Vecinos
que intentéis mentalizar a estas personas”, pidió Arnáiz. Y
es que las obras de saneamiento y electricidad están
protagonizando toda la acometida en estos momentos. Por este
motivo, el arquitecto rogó a los vecinos que no se
impacienten si no ven resultados palpables a corto plazo, ya
que lo primero es habilitar toda la infraestructura
sumergida: “Tenéis que tener un buen saneamiento, hay que
eliminar el cableado de alta tensión y meterlo bajo tierra,
tenéis que tener acceso a la TDT, alumbrado público...”,
apuntó.
Arnáiz detalló las dos zonas que están siendo reurbanizadas
en estos momentos, Agrupación Sur (caracolas) y Norte. En la
primera de ellas, el técnico dijo que no se podía permitir
que hubiera gente viviendo entre paredes de chapa. Todas
estas personas van a ser realojadas en las 225 viviendas de
protección de Loma Colmenar. En un futuro, las familias que
lo deseen podrán volver a la Agrupación, después de que se
urbanice al completo. “No soy partidario de sacar a nadie de
entre su vecindad, pero en este caso es obligado”. Arnáiz
adelantó que se construirá una plaza generosa (que podría
servir para el rezo) delante de la mezquita, más
aparcamientos y nuevas viviendas. La actuación en la
Agrupación Norte afectará indirectamente al entramado de la
calle Fuerte y afluentes. El vial que se está edificando
para unir la ITV con el extremo opuesto de la calle Norte
sofocará el tránsito de vehículos, a su vez, por la calle
Fuerte. Debajo de este vial convivirán saneamiento,
electricidad y demás infraestructuras subterráneas. Otro
imperativo que justifica el inicio de las obras por la calle
Norte es el medioambiental. La Ley de Impacto Ambiental
obliga a canalizar las aguas sucias que desembocan en el
arroyo de las bombas, para que lo hagan en un futuro en un
lugar adecuado.
Arnáiz habló también del perímetro privado que queda acotado
entre la Agrupación Sur, caracolas y hospital. “Como cuesta
mucho dinero expropiar, a la Ciudad no le merece la pena
invertir ahí, sino más bien negociar con los propietarios,
en vez de con dinero, mediante modificaciones del Plan
General o por modificaciones puntuales”. A esta zona se
destinará la superficie comercial, previsiblemente.
Todo el avance previsto para el Príncipe llevó a Arnáiz a
declarar que esta barriada “va a coger una centralidad
enorme, va a subir mucho”, en cuanto que va a estar entre
tres sistemas, “el hospital, la cárcel y las más de 2.000
nuevas viviendas construidas con dinero de Emvicesa y el
Estado.
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La Ciudad piensa en un campo de fútbol junto al Puente
Quemadero
El Puente Quemadero seguirá
abierto al tráfico hasta que la Ciudad y SEPES (Estado) no
encuentren una solución, y es que, Javier Arnáiz se niega a
cortar la circulación en el ensamble que existe desde
Capitán Claudio Vázquez hasta la calle San Daniel. Además,
el primer movimiento de tierra del centro penitenciario
(allanar el perímetro de la cárcel) podría ocasionar que se
construyera sobre la vaguada del tramo norte del Príncipe un
campo de fútbol, al menos esa es la intención que tiene
Javier Arnáiz. Sin embargo, aún no se ha definido qué
destino se le darán a las toneladas de tierra que se
obtengan. También se ha previsto ligar un vial -con la
tierra sobrante- desde el Puente Quemadero hasta el futuro
centro penitenciario. En el momento en que se actúe en este
terreno, se vallará el perímetro del recinto militar del
Serrallo Recarga, que en estos momentos presenta un estado
muy desmejorado, con una concertina de alambres.
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