A la espera de la aprobación del proyecto presentado por la
empresa adjudicataria, Dragados, Ceuta contará en un futuro
próximo con un nuevo espacio que supondrá la recuperación de
una zona destinada durante más de medio siglo a la recogida
de los residuos de la Ciudad Autónoma. Se rebajará el
vertedero unos 30 metros y se reutilizará como relleno en el
Barranco de Las Cuevas consiguiendo una superficie de 66.000
metros cuadrados de espacio público lleno de arbolado y
zonas verdes.
Fue a mediados del siglo pasado cuando las autoridades de la
ciudad decidieron abrir de forma provisional un vertedero en
la Punta de Santa Catalina. Aquella provisionalidad hizo que
los desperdicios de los ceutíes se depositaran allí durante
medio siglo y transformaran uno de los parajes más bellos
del litoral de la ciudad autónoma en una montaña de basura.
Las continuas peticiones de la ciudadanía por recuperar un
espacio muy querido cayeron en saco roto durante décadas y
la complejidad de encontrar una solución efectiva al
tratamiento de los residuos en Ceuta dada su compleja
situación en el mapa geográfico disipaban en el tiempo el
cierre del gran basurero de Ceuta.
Cuando Jesús Vivas llegó al poder hace ocho años, entró en
el Palacio de la Asamblea con un maletín lleno de promesas.
Una de las más ambiciosas era la de conseguir sellar el
vertedero de Santa Catalina y recuperar ese espacio para los
ciudadanos. La demanda que durante tantas décadas venía
reclamando la población parecía estar cerca. La gestión
adecuada de los desperdicios para evitar que uno de los
lugares más bellos paisajísticamente hablando de la ciudad
fuera un gran basurero que impidiera su disfrute. La promesa
está a punto de cumplirse.
Desde su cierre definitivo hace ahora ocho años muchos han
sido los problemas generados como las grietas parecidas hace
unos años y los evidentes peligros de derrumbe o los
desprendimientos de los vertidos al mar a causa de los
temporales marítimos que afectaban sobre todo a su zona
oriental.
Rellenar el barranco
El plan es adecuar el barranco de Las Cuevas y rellenarlo
con la tierra que se rebaje del vertedero. Sobre el nuevo
espacio, que ocupará una superficie de 66.000 metros
cuadrados, se edificará un parque. Un proyecto ambicioso
cofinanciado en un 80% por Fondos Feder y de Cohesión y en
un 20% por la Ciudad Autónoma.
Adjudicado finalmente a Dragados por 7.823.000 euros, algo
más de 270.000 se destinaron a la redacción del plan de
ejecución que ya se ha presentado a las autoridades
competentes para que inicien los trámites para su puesta en
marcha. Habrá exposición pública y una vez dada la luz
verde, el plazo de ejecución es de 13 meses. El próximo
verano, los ceutíes podrán pasear por el nuevo parque.
Desde el gobierno de la ciudad, la consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel, ha manifestado el cumplimiento de la
palabra del jefe del equipo de gobierno, Juan Vivas,
eliminando “un punto que ha sido la vergüenza de una de las
entradas de Ceuta”. La consejera valoró las dimensiones de
la nueva superficie verde y la ubicación del mismo: “se
trata de un balcón privilegiado con unas vistas únicas al
que se une el parque de San Amaro ubicado muy cerca de Santa
Catalina”. El proyecto del parque de San Amaro se basa en
reformar la entrada para evitar la sensación de ser un
parque cerrado y reubicar las zonas de ocio para respetar
los elementos emblemáticos como puede ser la fuente.
Obra en tres fases
La obra se ejecutará en un total de tres fases. En la
primera, que implica el sellado del vertedero, se retirará
la tierra para disminuir la altura del vertedero unos 30
metros. Con toda esa superficie retirada se rellenará el
Barranco de las Cuevas. Se procederá al nivelado del terreno
para reubicar el actual tanatorio más cercano al cementerio.
Al parecer, la actuación en el vertedero invade la zona
donde se ubica el crematorio de residuos de origen animal,
por lo que la empresa adjudicataria ha optado por derruir
dichas instalaciones, para volver a construirlas una vez
finalizadas las pertinentes intervenciones.
La tercera y última fase del proyecto consistirá en la obra
del parque en sí que dará como resultado la construcción de
un espacio urbano con zonas verdes de 66.000 metros
cuadrados. Una gran masa verde y arbolada será el resultado
de la reforestación que se extenderá también al barranco de
las Cuevas, con la implantación además de especies
autóctonas de la ciudad entre las que destacan los pinos y
las encinas.
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