Cientos de años buscando el secreto de la eterna juventud, y
resulta que el defensa brasileño Sandro Marqués ha dado con
la receta. ¿La fórmula? Ilusión a raudales por seguir
jugando al fútbol y cuidarse físicamente. Una combinación
que le ha servido para, a sus 37 años, ofrecer un magnífico
rendimiento durante la temporada que acaba de concluir,
ganándose el derecho a continuar una campaña más vistiendo
la elástica de la AD Ceuta. Y será la sexta.
Como no podía ser de otra forma, el zaguero carioca se
encuentra “muy feliz por la renovación”, ya que entiende que
la continuidad “se gana en el terreno de juego, no fuera”.
Razonando que en la entidad se ha valorado su trabajo, por
lo que ahora “quiero intentar hacer algo por el Ceuta, tengo
un reto muy bonito”. Que no es otro que lograr el ascenso a
Segunda División ‘A’. Para conseguirlo es consciente que
“este año tengo que trabajar más todavía y quiero superar
mis estadísticas”. Asumiendo que “va a ser difícil, va a ser
un camino muy largo, pero estoy preparado físicamente y
mentalmente” para lograr el propósito fijado para el
ejercicio en el que cumplirá 38 primaveras.
Una de las claves de su longevidad deportiva es la ilusión
que siempre ha demostrado por seguir jugando al fútbol,
“quizá más que cuando empecé”. Y es que en su foro interno
entiende que tiene una deuda pendiente con la entidad. “Yo
le debo mucho al Ceuta, porque cuando llegué tenía perdido
mi prestigio. Había pasado por problemas extradeportivos y
me he recuperado”. De esa manera, “la única forma de
agradecer al club es exprimiéndome al máximo”. Con ese
objetivo, “a ver si algún día devuelvo todo el cariño”.
Insistiendo en que “le debo mucho a este club, a esta
camiseta y a esta ciudad”, sintiéndose “muy orgulloso” de
vestir la elástica blanca.
A la hora de cerrar su renovación no hubo ningún problema,
alcanzándose el acuerdo a la primera. “El club me hizo una
propuesta y la he aceptado”, reveló de forma breve. A partir
de ahí, “quiero dar las gracias al mister y a los directivos
que confiaron en mí”. Y no sólo a ellos, sino que “a los que
no confiaron también”. Y es que no hay duda, el brasileño
Sandro Marqués es y será genio y figura.
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