Estructurado en dos ejes que a su vez incluyen ocho áreas (Transersal
de género; Prevención de las desigualdades de género;
Educación y Cultura; Violencia de Género; Empleo y
conciliación de la vida laboral y familiar; Participación
ciudadana; Salud y Diversidad), el II Plan de Igualdad de la
Ciudad Autónoma, que estará vigente desde que se apruebe en
Pleno, este mismo mes, hasta 2012, sitúa como una de sus
prioridades el facilitar el acceso al empleo de las mujeres.
A tal efecto, el documento propone la creación de una red
social de “apoyo y ayuda” al cuidado de enfermos, ancianos y
adultos, tareas que de forma casi exclusivo asumen las
mujeres.
La consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, tiene
previsto llevar al próximo Pleno para someterlo a la
consideración de la Cámara autonómica el II Plan de Igualdad
de la Ciudad Autónoma, un texto en el que según fuentes del
Ejecutivo local se aboga por crear una red de apoyo social
con capacidad para asistir a las personas que se encargan de
las tareas de cuidado de enfermos, ancianos y niños, mujeres
en su inmensísima mayoría, “para que puedan disponer de más
tiempo libre” o “conciliar su vida familiar y laboral”.
En esa misma línea el Plan deja patente la necesidad de que
la Administración local dedique parte de sus esfuerzos a
“concienciar de que las tareas de cuidado son
responsabilidad de todos con una educación no sexista que,
desde la infancia, vaya preparando para un futuro en
igualdad”.
“La conciliación familiar-laboral es hoy una utopía
inalcanzable para la mayoría de mujeres, que desde pequeñas
son educadas para la realización las tareas domésticas a
diferencia de los hombres, a los que se les sigue preparando
para la vida profesional y pública”, se constata en el
documento, que incluye un análisis a fondo del estudio
sociológico realizado en la ciudad autónoma al redactar el I
Plan de Igualdad, cuya vigencia se prolongó desde 2005 hasta
el año pasado.
Según dicho informe “sólo un 6,4% de las mujeres no le
dedica ningún tiempo a las labores del hogar”. “En Ceuta,
como en el resto de España, la mujer lo hace todo: limpia,
plancha, hace la colada y cuida a los hijos e hijas, a los
familiares enfermos y a los mayores”, refleja el texto del
II Plan, que se estructura en dos ejes, uno transversal y
otro estratégico, que incluyen ocho áreas de actuación y 281
medidas a implementar para evitar que las únicas dos
actividades propias del ámbito familiar que el hombre ejerce
sigan siendo “la compra y algunas labores de mantenimiento
doméstico”.
“Es cada vez más precisa la puesta en marcha de medidas que
impliquen una concienciación sobre el reparto de las tareas
domésticas y establecer con los sindicatos medidas de
vigilancia para el cumplimiento de la Ley de Conciliación de
la Vida Laboral y Familiar.
Medidas como estas están íntimamente ligadas a la pretendida
mejora de la situación de la mujer en el ámbito laboral,
donde “se siguen percibiendo diferencias entre hombres y
mujeres en detrimento de estas últimas, sobre todo en los
puestos de directivos de las empresas y en las Fuerzas
Armadas”, aunque “en el resto de ocupaciones no se dan
diferencias significativas en cuanto a la variable sexo”.
Medidas de acción positiva
“Es necesario implantar una serie de medidas de acción
positivas encaminadas al fomento del empleo, a la inserción
laboral de las mujeres desempleadas y a la formación para el
acceso a profesiones no feminizada así como a incorporar a
la mujer a los puestos de dirección, rompiendo el techo de
cristal”, concluye el II Plan, que también reivindica
“medidas que contemplen la vigilancia para ir suprimiendo la
brecha salarial, que constituye una de las mayores
injusticias provocada por la desigualdad en el ámbito
laboral”.
“Hay que aumentar los esfuerzos y la colaboración con otras
instituciones, para promocionar y fomentar aquellas
iniciativas y actuaciones que tengan por objetivo la
formación profesional para paliar el desempleo femenino, así
como potenciar proyectos de formación ocupacional y de
orientación laboral, además de impulsar una serie de medidas
complementarias que contribuyan a un reparto equitativo y
negociado de las responsabilidades familiares y domésticas”,
reivindica la Ciudad, que también defiende la necesidad
promover “un uso y disfrute equilibrado del tiempo libre de
todos los miembros del núcleo familiar”.
|