El homicida que acabó con la vida de un joven en enero de
2007 en Pasaje Recreo declaró ayer en calidad de testigo
ante la Audiencia Provincial. El condenado negó la
cooperación del acusado en el trágico suceso, argumentando
que no lo vio el día en que ocurrieron los hechos y señaló
haberlo involucrado al creer que “me había denunciado antes
por quemar su coche”. Varias de las preguntas de la
acusación particular no fueron contestadas ya que “estaba
muy drogada y no lo recuerdo”.
En la sesión de ayer, se dio por concluido el desfile de
testigos y acusados que rodean al homicidio que tuvo lugar
el 27 de enero de 2007 en Pasaje Recreo.
Con un retraso de casi tres horas y el interés por
esclarecer la presunta cooperación del acusado en el
homicidio, acudió a la Sección VI de la Audiencia
Provincial, el autor, aunque en calidad de testigo. Para
iniciar su intervención, el testigo aseguró no haber visto
al acusado, en ningún momento, el día de los hechos. Además
de acreditar que en un pasado fueron amigos pero a raíz de
las supuestas denuncias por la quema de coches “nos
empezamos a llevar mal. Por eso, al creer que me acusaban,
los involucré cuando testifiqué en sede judicial y dije que
había visto a los acusados”.
Tras relatar como transcurrieron los hechos, el homicida
volvió a repetir que nadie le había facilitado la escopeta
ni le habían enseñado a utilizarla ni cargarla; “sólo había
que apretar el gatillo”, apostilló. A pesar de que el
homicida ya está condenado y cumpliendo prisión en
Algeciras, durante su declaración en la sesión de ayer
comentó que “nunca tuve planeado matar pero estaba cansado
de que me acosara, me robara y agrediera. Y sin pensarlo, me
fui al descampado a por la escopeta con la intención de
asustarlo y sin saber que estaba cargada”. No lejos de caer
en versiones contradictorias, y ante el interrogatorio del
letrado de la acusación particular, el testigo manifestó que
“podría ser que hibera visto en algún momento al acusado y
al otro (ya absuelto en la causa) porque iba muy drogado. Me
había comido 45 pastillas de ROCHE y MDMA el día antes”.
Antes su versión, poco tiempo faltó para que el abogado le
cuestionase su estado. “Estaba drogado pero sí supo
localizar dónde había tirado el arma después de usarla e
incluso en Instrucción reconoció haberlo visto una semana
antes en aquel descampado”, apostilló el letrado.
Para concluir su intervención, el homicida respondió a
varias cuestiones con “no lo recuerdo porque estaba muy
drodado” aunque a la hora de localizar la ubicación del arma
en un plano y la distancia de la misma al lugar de los
hechos, constestó con un simple “no sé leer un mapa”.
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