Entre las medidas correctoras de protección del medio
ambiente a adoptar en la fase de explotación del centro
penitenciario se contempla la comprobación de la eficacia de
los sistemas de generación de energía eléctrica a partir de
fuentes renovables instalados en la propia prisión,
manteniendo una política de potenciación progresiva de los
mismos en las instalaciones.
Asimismo, la gestión de los consumos de materiales y energía
se realizará de acuerdo a los principios de minimización de
las necesidades y reutilización, estableciendo para ellos
políticas activas de ahorro.
Igualmente, la gestión de los residuos se realizará de
acuerdo a programas de recogida selectiva, favoreciendo el
reciclaje y reutilización de los mismos.
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