Aunque el Ministerio de Medio Ambiente no ha considerado
necesario hasta ahora la solicitud de una declaración de
impacto ambiental, el proyecto para la construcción de un
nuevo centro penitenciario en Ceuta –que ha entrado ya en la
fase de expropiación de los terrenos entre los cerros de la
Mora y de Mendizábal– contempla, no obstante, más de una
cuarentena de medidas de protección del medio ambiente, esto
es, disposiciones correctoras para la conservación del
entorno antes, durante y después de las obras; si bien es en
la fase de construcción de las nuevas instalaciones donde se
concentrarán la mayor serie de medidas, ya que es aquí donde
se da una mayor incidencia ambiental, según el documento
realizado por la División de Medio Ambiente de la empresa
sevillana Inerco SA, a petición de la Sociedad Estatal de
Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP).
La mayoría de medidas correctoras a aplicar deberán tomarse
en la fase de construcción de las nuevas instalaciones, ya
que es en la que se concentra la mayor incidencia ambiental.
La adopción de estas medidas, así como la adopción de
cualquier otra que se considere necesaria a lo largo del
desarrollo de la obra, serán competencia de la Dirección
Ambiental de la Obra, la cual deberá incorporarse a la
Dirección de Obra del Proyecto y comprobar la inclusión de
las medidas propuestas al Proyecto de Ejecución.
Antes del inicio de las obras
Antes del inicio de las obras se comprobará que todo el
personal se encuentra informado de las normas y
recomendaciones de carácter ambiental a tener en cuenta
durante la fase de construcción.
Se procederá asimismo a señalizar y balizar toda la zona de
obras y los caminos de acceso por ambos lados, así como la
parcela en la que se construirá el centro y las superficies
afectadas por las obras de las infraestructuras auxiliares,
sin que se retiren las balizas hasta la finalización de la
obra y una vez retirada lamaquinaria utilizada.
Igualmente, se deberá definir en el área de obra el
emplazamiento que ocupará el parque de maquinaria, dedicado
a la realización de las labores de reparación, lavado,
repostaje y reglado de la maquinaria presente en obra, el
cual dispondrá de una superficie impermeabilizada y de un
sistema de recogida de efluentes, a fin de evitar la
contaminación del suelo y de las aguas subterráneas.
Colindante con el parque de maquinaria se situará el almacén
temporal de residuos, el cual deberá contar también con una
superficie impermeabilizada que evite la contaminación del
suelo.
Los tanques de almacenamiento temporal de combustibles se
localizarán en el interior de cubetos de retención con
capacidad superior a la del propio tanque y en cualquier
caso cumpliendo la legislación vigente al respecto.
Durante las obras
Durante la realización de las obras, ante la aparición de
cualquier indicio arqueológico se procederá de acuerdo a la
legislación vigente, notificándose en el plazo requerido a
la Administración competente dicho hallazgo.
Se realizará una inspección periódica de los terrenos
afectados por las obras y se comprobará la no afección a
espacios situados fuera de la zona delimitada.
Con el fin de evitar la emisión de polvo y partículas, se
utilizarán toldos o un sistema apropiado en la maquinaria de
transporte que evite su dispersión. Esta medida será de
aplicación para toda la maquinaria de transporte de material
hacia vertederos o préstamos, así como toda la maquinaria de
transporte que circule por el recinto de la obra.
Se tratarán de limitar, donde sea posible, las operaciones
susceptibles de producir cantidades significativas de polvo
y partículas en situaciones de condiciones atmosféricas
desfavorables, adoptándose medidas de control apropiadas
como la humectación previa de los materiales y superficies,
en caso de que sea necesario.
La velocidad de los vehículos en carreteras sin pavimentar
estará limitada, al objeto de reducir el levantamiento de
polvo. Los vehículos serán conducidos de forma responsable y
a baja velocidad, por debajo de la máxima velocidad
permitida dentro de la zona de construcción.
El informe contempla que se minimice también el paso de
maquinaria pesada y vehículos fuera de los accesos a la
obra, al objeto de evitar la compactación del terreno. En
aquellas zonas donde el paso de maquinaria no tenga una zona
definida, se procederá a señalizar la misma, de forma que el
paso se produzca siempre por el mismo lugar, reduciendo así
la superficie afectada por el paso de maquinaria.
Se estudiarán las escorrentías superficiales que pueden
producirse durante la construcción, con el fin de minimizar
el arrastre de partículas a la red de drenaje natural.
Otra de las medidas es la instalación de barreras de
retención de sedimentos para retener los materiales que
puedan ser arrastrados por el agua de escorrentía. La
localización de las barreras deberá realizarse en aquellos
puntos donde se prevea una circulación de aguas libres tras
episodios lluviosos en zonas desprovistas de vegetación.
Se establecerán también medidas para encauzar las aguas de
escorrentía, evitando la acumulación de materiales en
pendientes, barrancos o cauces que supongan un obstáculo al
libre paso de las aguas y riesgo de arrastre de materiales y
sustancias.
Se evitará asimismo cualquier ocupación de cauce que impida
el funcionamiento hidráulico normal de los mismos.
Habrá también inspecciones periódicas visuales sobre el
aspecto general de las obras, con el fin de observar que no
se depositan materiales sobrantes, basuras, escombros u
otros residuos fuera de los lugares habilitados para ello.
Se contempla también la UJvigilancia del uso adecuado del
área habilitada para realizar las operaciones de
mantenimiento, lavado o repostaje de la maquinaria de obras,
comprobando la eficacia del sistema de impermeabilización.
Se comprobará que se dispone de los sistemas y elementos
necesarios para minimizar las escorrentías de agua
potencialmente contaminada en su caso, así como su correcto
funcionamiento.
Los residuos generados en la obra permanecerán en el almacén
temporal el mínimo tiempo posible hasta su entrega a gestor
autorizado. Se comprobará periódicamente la disponibilidad y
el adecuado estado de conservación de los recipientes
necesarios para el almacenamiento de residuos.
Los residuos se segregarán en diferentes tipos antes de su
entrega a gestor autorizado. Los materiales sobrantes y
residuos de obras no peligrosos asimilables a urbanos y
residuos inertes cumplirán con la legislación vigente en
materia de residuos, y en su caso, se depositarán en
vertederos autorizados. Los residuos peligrosos serán
retirados por gestores de residuos peligrosos debidamente
acreditados.
Entre las medidas protectoras del medio ambiente están
también las aguas residuales sanitarias generadas durante la
obra civil, que serán tratadas in situ por medio de una
unidad de tratamientos biológicos o almacenadas para su
adecuada gestión.
Se deberá limpiar y recoger cualquier vertido de sustancias
peligrosas (aceites, combustible, etc) accidental que se
produjera durante la fase de obras. La retirada se realizará
de acuerdo a la normativa vigente al respecto. Los residuos
recogidos serán llevados a vertedero adecuado.
La maquinaria de obra cumplirá con los requisitos de máxima
potencia acústica establecidos en la Directiva Europea,
relativa a la aproximación de las legislaciones de los
estados miembros sobre emisiones sonoras en el entorno
debidas a las máquinas de uso al aire libre.
Durante la fase de construcción se evitará al máximo la
generación de ruidos así como el uso de explosivos. Se
propone la utilización de maquinaria con bajos niveles de
ruido en régimen normal de obra, con un control de los
reglajes y funcionamiento de los motores de la maquinaria,
mantenimiento adecuado, uso de silenciadores en los escapes
de vehículos y equipos móviles.
Se realizará también una adecuada puesta a punto y
mantenimiento de la maquinaria utilizada durante las obras,
al objeto de minimizar las emisiones de los gases de escape
de los motores de combustión y el ruido ocasionado por la
maquinaria.
Por último, se procurará planificar las obras de
construcción de manera que la incidencia en el tráfico sea
mínima durante el periodo de construcción, realizando el
transporte de materiales y equipos de forma secuencial.
Cuando se efectúen transportes especiales, se informará
previamente a las autoridades competentes, autoridades
municipales y la policía y se solicitará, en caso de que sea
necesario, la autorización correspondiente.
Tras la ejecución de la obra
Una vez finalizadas las obras se procederá a la limpieza del
ámbito y entorno afectado por las mismas, retirándose los
escombros generados, materiales sobrantes, restos de
maquinaria, instalaciones auxiliares de la obra y todos
aquellos objetos procedentes de la construcción del Centro,
con objeto de evitar afecciones al entorno, reducir la
afección paisajística y realizar la correcta gestión de
residuos. En caso de que sea necesario, se procedería a la
descompactación de los terrenos afectados por el paso de la
maquinaria. Se efectuará la restitución geomorfológica y
edáfica de todos los terrenos afectados, a excepción de las
áreas ocupadas por las estructuras permanentes e
infraestructuras, así como áreas que podrán ser utilizadas
durante laoperación del Proyecto.
Por otro lado, se tendrá particular interés en disminuir las
pendientes de los taludes originados, así como su longitud
como mecanismo para evitar la erosión por la aceleración de
la escorrentía superficial.
Se evitará también, en la medida de lo posible, los daños a
infraestructuras existentes en el entorno, en particular
caminos de la zona, procediendo a restaurarlos en caso de
ser dañadas.
|
La prisión se adaptará a la topografía del terreno, para lo
que se podría adoptar una disposición en terrazas
El diseño de la prisión cuenta ya
con importantes medidas encaminadas a su integración
territorial y a la reducción en las necesidades de
abastecimiento eléctrico. Así, la plataforma para la
construcción del centro penitenciario se ajustará en función
de minimizar los movimientos de tierra en parcela,
favoreciendo la compensación de volúmenes dentro del ámbito
de la misma. La plataforma se adaptará también, en la medida
de lo posible, a la topografía del terreno, adoptando una
disposición en terrazas de los distintos elementos
constructivos si con ello se facilita la integración del
centro y se minimizan los movimientos de tierra. El diseño
de taludes se realizará de manera que se favorezca su
estabilidad mediante la plantación de vegetación autóctona.
Asimismo, el proyecto contempla el respeto en la medida de
lo posible del régimen de escorrentía natural en la zona,
para lo cual se realizará el correspondiente estudio de la
red de drenaje. Por otro lado, la memoria aconseja que la
iluminación exterior a instalar debe ser la imprescindible
para el óptimo funcionamiento de la prisión, y estar
constituida por luces indirectas que no enfoquen
directamente al cielo, si bien en todo caso se cumplirá con
la normativa autonómica y local en materia de contaminación
lumínica. Igualmente, siempre que sea posible se dará
prioridad a la iluminación natural, con objeto de reducir la
necesidad de iluminación artificial en las horas diurnas. La
instalación del alumbrado eléctrico también se diseñará
incorporando lámparas y luminarias de máxima eficiencia
lumínica. Por último, el documento señala que se debe
observar un control de los materiales constructivos a
emplear, evitando los reflectantes que pudieran incidir en
una mayor apreciación visual del centro.
|