La Semana Santa ceutí empezó en la matinal del Domingo de
Ramos en el Alfonso Murube, donde la AD Ceuta y el CD
Roquetas vivieron su propia estación de penitencia en un
encuentro soporífero que acabó sin goles. Un partido malo de
solemnidad, falto de ritmo, entre dos equipos sin mordiente
que fueron incapaces de mover el marcador a lo largo de
noventa minutos que se hicieron eternos. Hasta el punto que
hubo que esperar a tiempo añadido para dejar constancia de
que Onyema Elvis no es el que era, al desaprovechar un uno
contra uno en tiempo de prolongación y estrellarla en el
portero. La prueba irrefutable de que los blancos han
perdido la pegada de la que había hecho gala a lo largo de
la presente temporada, habiendo materializado un gol en los
últimos cuatro partidos. Un argumento de peso para que los
ceutíes empiecen a pensar, si no lo hacen ya, en unas
tempraneras vacaciones; después de haber sido incapaces de
doblegar a un equipo mediocre donde los haya, que se daba
con un canto en los dientes por sacar un punto en su primera
visita a tierras caballas.
Si una parte fue para cada equipo, la primera fue para los
de Gabriel Ramón Florit, quienes pudieron campar a sus
anchas en terreno de juego de un Ceuta indolente. Panorama
que propició el primer acercamiento de los rojillos, al
botar un ex ceutí como Manolo De Gomar un libre directo que
Lledó blocó sin problemas. Volviéndolo a intentar otro ex
del Ceuta como Diego Herrera con un lanzamiento lejano que
rozó el travesaño. Mientras que Álvaro, entrando por banda
izquierda, se sacó un disparo que no encontraría su
objetivo: la escuadra. Eso en los primeros cuatro minutos,
lo que hizo pensar en un inicio prometedor. Pero decayó la
contienda.
Superado el primer cuarto de hora, y entre el tedio de los
asistentes, Javicho lo intentó en dos acciones en las que le
robó la cartera a la zaga ceutí. La primera, al sacarse un
disparo lejano que buscaba la escuadra y que Lledó se
encargó de desbaratar desviando a córner. Y la siguiente,
con un nuevo disparo lejano, en esta vez falto de fuerza y
de intención. Quedándole a los caballas el único argumento
de la estrategia, con disparos de David Fas que atrapaba
Montero sin mucho apuros. Idéntico desenlace que los vanos
intentos de los roqueteros en la portería contraria.
Pasaban los minutos y el desconcierto iba a más. Era tal
que, un balón colgado por Álvaro fue cabeceado por Elvis e
interceptado por Javi Navarro; para más ‘Inri’ con el
conileño en invalidando la acción por fuera de juego.
Posición antirreglamentaria en la que caería Elvis, echando
por tierra un buen pase de Sergio Castaño. Y eso por reseñar
algo, en una primera parte en la que el Roquetas, sin hacer
prácticamente nada, fue mejor que los de Carlos Orúe.
Simplemente por estar mejor plantados sobre el terreno de
juego y demostrar una mínima ambición.
El segundo tiempo arrancó con la entrada de Txiki en lugar
de Álex Colorado. Lo que a las primeras de cambio dio sus
frutos, al forzar el donostiarra una falta que David Fas
puso en movimiento, obligando a Montero a despejar de puños.
Lo que dio a entender mayor predisposición por parte de los
ceutíes, como se demostró en el balón colgado por Javi
Navarro desde la izquierda, rematado a las nubes por David
Fas. Intentándolo Txiki con un centro que golpeó en el
travesaño. Acciones con las que cambió el decorado, pasando
los ceutíes a manejar el ritmo de la contienda.
Sin tampoco pisar el acelerador, llegó la más clara del
partido hasta el momento, al cabecear Javi Navarro un envío
de David Fas que el conileño mandó directamente fuera. Un
nuevo cabezazo, en este caso de Sergio Castaño a la salida
de un córner, obligó al meta visitante a emplearse y ceder
un nuevo saque de esquina. Méritos insuficientes para mover
el electrónico, por lo que Carlos Orúe echó toda la carne en
el asador, dando entrada a Valverde y Anxo en lugar de
Alberto y Álvaro. Lo que tampoco sirvió de mucho.
De ahí a la recta final de partido, apenas hubo acciones
aisladas. Desde la frontal, y a falta de diez para el final,
David Fas se sacó un remate potente que se estrelló en la
valla publicitaria. Volviéndolo a intentar el valenciano,
topándose con los puños del arquero rival. Así se llegó al
noventa, cuando Anxo desprovechó un error de la zaga,
sacándose desde fuera del área un disparo flojo y sin la
suficiente colocación. Eso sí, la más clara llegó en el
descuento, cuando le llegó a Elvis un balón largo que el
nigeriano estrelló en el portero. Lo mismo que hizo Diego
Herrera, con los tres minutos de descuento cumplidos, al
disparar sin mordiente desde fuera del área. Tras lo que
acabó un encuentro aburrido que dio la sensación de ser un
castigo para los que asistieron al Murube. ¿Lo mejor?, que
ya queda menos para que termine la temporada.
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