La anterior presidenta del Consejo de la Juventud, Mariam
Mohamed, reconoció ser la responsable de la mala gestión
económica del organismo aunque ha querido dejar claro que
“una cosa es que el organismo arrastre un déficit y otra que
alguien haya metido la mano en la caja”. Por su parte, el
presidente de la Ciudad, Juan Vivas, explicó que “en una
visión anual se podría hacer frente al saneamiento del
Consejo ya que no deseamos, de ninguna manera, que
desaparezca”, apostilló.
”La Ciudad está tomando una posición responsable. El Consejo
de la Juventud es un organismo autónomo, con personalidad
jurídica propia. Y una actitud responsable significa estar a
disposición de que se resuelva esta cuestión, se establezcan
los mecanismos para el nombramiento de los órganos rectores
de manera estable y de contribuir y colaborar en todo
aquello que esté a nuestra alcance para clarificar esta
situación”. Estas fueron las primeras declaraciones
realizadas por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, sobre
las doce de la mañana de ayer, ante las cuestiones
planteadas por los medios de comunicación sobre el agujero
económico destapado en el Consejo de la Juventud (JSCE).
Sobre posibles implicaciones judiciales en los déficits
presupuestarios y en las cuentas, el jefe del Ejecutivo
acreditó desconocer cómo se han promovido las actuaciones
pero “creo sinceramente, que no existe ninguna
responsabilidad por parte del Gobierno de la Ciudad”,
argumentando que es una entidad subvencionada por la Ciudad
como otras asociaciones. “Lo que sí se exige son los
requisitos que cumplen la ley para la efectividad de las
subvenciones. Me consta que está liquidada y justificada la
subvención de 2007 y que no está justificada la de 2008”. De
ahí que al no estar liquidada, no se haya pagado el 25% de
la subvención, tal y como marca la ley, y ”tampoco se ha
pagado la de 2009”.
Vivas aseguró que la Ciudad no sospechaba nada y que el
Consejo no corre peligro. “Lo primero es cuantificar el
montante de la deuda; no quiero prejuzgar y quiero mantener
una posición responsable”.
Ante las cifras de déficits que se han barajado, superiores
a 50.000 euros, el presidente argumentó que es importante,
pero que en una visión anual se podría acometer dicho
saneamiento ya que “no deseamos, de ninguna manera, que
desaparezca el Consejo de la Juventud de Ceuta para que los
jóvenes participen en la vida política, económica y social
de la ciudad”, apostilló.
En el caso de que no se justifiquen las deudas e impagos,
“habrá que recurrir a la ley y será la ley la que indicará
cuales son las responsabilidades y a quién deben de
imputarse, pero siempre con respeto, serenidad y
responsabilidad”, concluyó.
Por su parte, la consejera de Juventud, Kissy Chandiramani,
quiso transmitir serenidad para dar un plazo a la Comisión
Gestora, ya que en cuanto se esclarezcan los hechos, esta se
reunirá con la Ciudad. “Debemos intentar por todos los
medios que el CJCE no desaparezca porque es un organismo
fuerte y potente que vela por mejorar la calidad de vida de
los jóvenes”, concretó.
Al parecer, Chandiramani y la antigua presidenta del Consejo
de la Juventud, Mariam Mohamed, mantuvieron una conversación
el miércoles por la tarde, cuando los rumores ya eran
ciertos sobre el agujero económico del organismo juvenil.
“Ella me ha asegurado que puede justificarlo todo y rendirá
cuentas de ello”, manifestó Chandiramani.
Por el momento, la Comisión Gestora ya ha iniciado su
investigación procediendo al cambio de titular de las
cuentas. Según la Gestora, el lunes se podrían poner sobre
la mesa los primeros extractos.
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El Consejo de la Juventud acarreaba deudas desde hace años
La que ha sido presidenta del
Consejo de la Juventud durante los últimos años, Mariam
Mohamed, asumió ayer la responsabilidad de cualquier mala
gestión realizada al frente de la entidad, aunque en
declaraciones a EL PUEBLO enayer por la mañana, ha dejado
claro que “una cosa es que el organismo arrastre un déficit
y otra que alguien haya metido la mano en la caja”, algo que
quiso negar rotundamente confesándose muy tranquila al
respecto. El presupuesto del Consejo de la Juventud roza los
130.000 euros anuales, íntegramente procedentes de la Ciudad
Autónoma. Más de 70.000 corresponden al teléfono de
información sexual, mientras que el resto, aproximadamente
24.000 euros, sirven para financiar los gastos de
funcionamiento del organismo, cuyas cuotas con las Seguridad
Social se acercan a los 20.000 euros al año. Haciendo
referencia a ello, “yo podía haber dejado de hacer
actividades y pagar las cuotas de la Seguridad Social pero
quería continuar con la normalidad del Consejo. Por ello es
mala gestión”, destacó Mariam Mohamed.
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