Las mejores películas de cine surgen desde la primera gota
de celuloide. Pero la trama se desencadena con un detonante.
A partir de ahí, el director mantiene en vilo al espectador.
El terreno del Brull va a jugar el papel de detonante en
esta película, en el puzzle parcelario que componen Ciudad y
Defensa en Ceuta.
La reestructuración orgánica del Ejército, la progresiva
disminución de efectivos deja sin vida acuartelamientos y
propiedades que ocupan un espacio y que no ofrecen ninguna
utilidad. Cuando se produce una situación de este tipo,
Defensa la traspasa a la Gerencia de Infraestructuras para
que intente venderlas, darles una salida digna tras una
etapa larga en la que han servido de instrumento para la
defensa nacional. Y en este punto surge la Ciudad Autónoma,
una administración cuyo único propósito es reconvertir los
terrenos, recalificarlos para que vuelvan a florecer y que
los ciudadanos puedan disfrutar de ellos.
El Brull es un solar situado entre Maestranza y Cortadura
del Valle. Según la previsión del Plan General de Ordenación
Urbana (PGOU) sobre él se van a erigir pisos de protección
oficial, bien edificados por la Ciudad a través de Emvicesa,
bien promovidos por una constructora privada. El segundo
convenio contempla más de 14 cesiones de Defensa a la
Ciudad, pero con una clara contraprestación, un detonante,
el Brull. Todo pasa por modificar el PGOU en el punto
relativo al acuartelamiento del Brull, antiguamente aparato
de Intendencia. La Ciudad se comprometió a tramitar y
redactar el proyecto para que aquella zona pasara a albergar
hasta 450 viviendas de protección oficial (máximo permitido
por la ley para ese espacio), comercios y equipamientos
urbanos (zona deportiva o parque público). Y la Ciudad
cumplió su cometido. Los más de 12.000 metros cuadrados del
Brull serán renovados para potenciar la zona. El comprador
tendrá que abonar a Defensa lo que Defensa pida y sólo
entonces se levantará el telón del segundo convenio, hasta
ahora desarrollado bajo permiso estatal y como un atajo.
Pero quien tiene la última palabra es el Ministerio de
Vivienda, que próximamente dará el visto bueno a la
operación. No habrá problemas, todo va según la línea
prevista.
Con el dinero de la subasta, Defensa tiene frente a sí
varios caminos, pero uno más ancho y claro que otros: la
Base Única. La falta de presupuesto para continuar el
perimetrado del ‘gran cuartel’ conforme a lo previsto en el
planeamiento, incrementa la necesidad de vender parcelas
inertes para recaudar.
La Subinspección General Sur de Sevilla es el órgano de la
Fuerza Terrestre que controla y maneja desde primeros de año
el devenir de los acuartelamientos de Ceuta. El comandante
general de la ciudad autónoma, Vidal de Loño, ha perdido uno
de los poderes que se le asignó cuando ocupó el cargo. Ahora
es, otro general de división, Muñoz, quien desde Sevilla
supervisa las Unidades de Servicio de Acuartelamiento (USAC).
Éste último no toma ninguna decisión sin consultar antes con
Vidal. La reducción del Batallón de Transmisiones XVII a una
compañía ha puesto en el aire el futuro del acuartelamiento
Fiscer y los algo más de 100 componentes de esta compañía
podrían cruzar la calle e instalarse en el cuartel de
Fuentes Pila, un recinto más amplio y que alberga el
Regimiento de Artillería Mixto Antiaéreo 30.
El consejo de ministros podría aprobar esta decisión y
desafectar (dejar de ser terreno imprescindible para la
defensa nacional) la parcela. La Gerencia de
Infraestructuras (figura intermediaria) se haría cargo de
este cuartel y la Ciudad volvería a entrar en el juego de la
compraventa.
Aún así, este negocio no sería cosa de dos días, sino
probablemente de años, al menos cuatro y según los pasos
dados, no se incluiría dentro de un tercer convenio que ya
cobra forma. Según apuntó Fomento, la intención de ambas
partes a partir de ahora es acortar las negociaciones. Se
van a rechazar convenios prolijos y pantanosos en beneficio
de acuerdos puntuales y dinámicos.
En caso de que la Ciudad comprara el Fiscer, se vería con
buenos ojos la construcción de viviendas de protección
oficial. Sería una oportunidad única para poner en valor la
trasera del Sardinero.
Viviendas ilegales
Uno de los problemas que se le presentará a Defensa cuando
se proponga construir la Base Única se sitúa en la zona de
Loma Larga. Enfrente del cuartel de Caballería existe un
asentamiento de casas ilegales, al menos 16 viviendas. La
zona afectada no implica a Cortijo Moreno, pero sí a sus
vecinos. Cuando estos terrenos, actualmente de posesión
municipal, pasen a ser de Defensa, la Ciudad se compromete a
dar una salida para que los militares puedan llevar a cabo
la ejecución de la obra. Tanto la Administración Estatal
como la Autonómica tratarán de evitar que el derribo de las
casas conlleve un trámite judicial.
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