Ayer
hubo un conato de incendio en el garaje donde guardo mis
vehículos. Un equipo de bomberos, reducido porque sólo eran
tres, había dado la alarma al
vecindario con su estridente sirena y pusieron nerviosos a
no pocos vecinos.
Menos
mal que sólo ardió una puerta de uno de los trasteros,
además del contenido de éste, y la oportuna puesta en marcha
del sistema de alarmas del garaje hizo que no se extendiera.
Los coches solamente fueron duchados con fuerza y salieron
limpios. No hay mal que por bien no venga. El incendio fue
debido a que el propietario había cortado, sin enterarse de
nada, un cable con una caja metálica y los chispazos
prendieron en no se sabe qué cosas.
O séase
que va uno, abre la puerta del trastero, arroja cualquier
cosa donde sea y cierra la puerta. Mala cosa, deberían ser
más ordenados y colocar las cosas con cuidado. Aparte de que
me pregunto por la razón de que hubiera un cable tan a la
vista, sin protección alguna.
Ya
vemos que nuestros políticos, principalmente de los dos
partidos más votados, hacen un uso indebido de las víctimas
de terroristas. El que más abusa de ese uso indebido es, a
todas luces, el PP.
Anteponer sus intereses políticos para hacer los actos de
homenaje a las víctimas resulta de una vergüenza nacional e
internacional, además con antecedentes.
Es
normal que cuando un partido organice un acto como
propaganda electoral, aunque fuera del tiempo de elecciones,
los demás partidos se abstengan de participar y eso es lo
que ha hecho el PP madrileño con un acto en el que se
refleja la atención hacía la política más que hacía las
víctimas.
Sin
respeto a los muertos en atentados, sin apoyo a las familias
de los muertos… está indebidamente organizado, sobre todo
cuando dan, los peperos, un carpetazo a un asunto que les
perjudica claramente en un día tan señalado como el 11-M.
Es
realmente fea la política del PP. Es una política adoptada
por los grandes líderes “neocons”: negarlo absolutamente
todo y esperar a que quienes denuncien la evidencia cometan
un error para destrozarlos. Eso, en mayor medida, ocurre en
las comunidades donde gobierna el PP y por tanto, es de
esperar que será la misma política que lleve Rajoy en caso
de subirse a la poltrona de La Moncloa. Ejemplos los hay a
montones: “Presitge”, Yak, Irak…
Todas
las manifestaciones, sean a favor de las víctimas o de
cualquier otra cosa, siempre son y serán manifestaciones
políticas que a nada conducen porque… ETA sigue ahí; los
muertos no se enteran de los homenajes que se les hacen;
sólo queda el recuerdo en los vivos; son asuntos de estricta
competencia de las familias de las víctimas, ya que tanto
los políticos como los terroristas son culpables por igual
con sus tejemanejes de la democracia.
La
existencia de asociaciones de víctimas no es otra cosa que
una forma de crear grupos de movilización política para
presionar hacia cierta tendencia en vez de ser entidades que
luchen verdaderamente por los derechos de los familiares
directos de las víctimas y su asistencia y/o convocatoria de
actos políticos así lo manifiesta. Su razón de ser debe
finalizar cuando se cumplen todas las expectativas de
reparación y no ser utilizadas como objetos de justicia y
venganza. En España tenemos tribunales.
Por
tanto, hacen uso indebido de esas asociaciones, de esos
actos. Con sus actuaciones y sus declaraciones dejan en
evidencia el total abandono de sus verdaderos fines y
asestan auténticas puñaladas en los corazones de quienes
sienten terriblemente la pérdida de un ser querido.
Utilizar a las víctimas como servilismo político es
verdaderamente aberrante, ilógico e inmoral.
Bueno,
se acabó lo que se daba y este día lo aprovecharé ahora para
ir al campo con chuletas, de carne no de papel, butifarras,
alcachofas y calçots que asaré con leña en un lugar
especialmente montado para estas cosas. Llevo conmigo a un
extenso grupo de niños y niñas y ello me hace solicitar al
hombre del tiempo que exponga lo bueno que será ese día y
aleje las lluvias y el mal tiempo…
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