La rama juvenil del Partido Popular, Nuevas Generaciones, se
ha querido unir a las reivindicaciones universales de las
mujeres en esta lucha por la igualdad entre los sexos,
destacando que permanecen las discriminaciones en el mercado
laboral. Su presidenta, Rocío Salcedo, confiesa no haber
sufrido tal rechazo ante el puesto que ostenta.
En el Día Internacional de la Mujer, Nuevas Generaciones
quiere reiterar su compromiso de lograr la plena igualdad de
oportunidades entre el hombre y la mujer trabajadora.
Nadie mejor que la mujer sabe de su discriminación, la falta
de igualdad de oportunidades para acceder al mismo puesto de
trabajo, la diferencia de salarios, la dificultad de
conciliar la vida familiar con la vida profesional y el
escaso acceso a los puestos de responsabilidad y
representación.
A pesar del esfuerzo realizado por los Gobiernos del Partido
Popular, lo cierto es que la tasa de paro femenino duplica
al masculino. La mujer percibe un menor salario por el mismo
empleo que el hombre y todavía se producen situaciones de
discriminación en el entorno laboral. La brecha de empleo
entre hombres y mujeres, especialmente en términos de
calidad, continúa siendo grande.
La igualdad de oportunidades empieza por la igualdad de
condiciones en el acceso a los mismos puestos de trabajo, en
la igualdad en la calidad del mismo, y en la igualdad en la
promoción y permanencia en el puesto de trabajo. Por ello,
desde Nuevas Generaciones defienden un modelo laboral que
permita avanzar hacia otras medidas concretas dirigidas a
conciliar la vida laboral, familiar y personal. A su vez, en
Nuevas Generaciones también valoran los avances que se van
produciendo en el reconocimiento de los valores y dignidad
de la mujer y “tenemos la confianza que no quedarán ahí y
podremos seguir avanzando”.
Valoran la creación de leyes que defienden a la mujer ante
la violencia que sufren por parte de algunas de sus parejas.
Que algunas empresas, empiezan a alargar más el periodo de
baja por maternidad y lo gratifican económicamente. Que cada
día es más valorado el papel educador de la mujer como pilar
de la familia.
Pero ante estos avances, no se puede dejar de ver que sigue
sin resolverse el gran inconveniente que supone la
incompatibilidad de horario laboral y escolar, y por lo
tanto se traduce en una mala atención a los hijos. El alto
coste de las guarderías y centros de atención a mayores. Las
muertes de mujeres a manos de aquellos que se creen
superiores. Las faltas de ayudas económicas necesarias y
justas para incentivar la maternidad y el crecimiento
demográfico.
Por otro lado, los ámbitos de necesidades y demandas de las
mujeres que sufren alguna discapacidad coinciden con los
campos en los que es necesario insistir para conseguir la
equiparación real de derechos e igualdad de oportunidades de
estas mujeres. Las mujeres con discapacidad siguen sufriendo
una doble discriminación: por razón de género y por su
situación de persona con alguna discapacidad. Su
incorporación al mercado de trabajo en igualdad de
condiciones sigue siendo una asignatura pendiente de la
sociedad.
Por ello, desde Nuevas Generaciones requieren un compromiso
real y efectivo por parte de los poderes públicos para que,
teniendo en cuenta esta situación de doble desventaja, sean
capaces de favorecer las medidas necesarias para acabar con
la discriminación que día a día sufren las mujeres con algún
tipo de discapacidad.
Finalmente, consideran imprescindible, para el cumplimiento
de todas estas medidas, contar con el compromiso y la
colaboración de todos los grupos políticos, los agentes
sociales y de las instituciones con el fin de alcanzar una
igualdad de oportunidades real entre hombres y mujeres en la
sociedad del siglo XXI.
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“Nunca he sufrido discriminación en mi cargo”
Es joven y mujer, y desde hace un
año y medio, lleva a su cargo la presidencia de Nuevas
Generaciones (NNGG). Durante todo este tiempo, Rocío Salcedo
confiesa que “nunca he sufrido discriminación en mi cargo al
frente del partido con lo cual no tengo ninguna queja,
siempre me han tratado como una más”. Salcedo cree
firmemente en la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres, de hecho, “a la hora de elegir a mi equipo de
trabajo nunca he tenido preferencia por uno u otro sexo.
Simplemente creo en la valía de la persona”. La
incorporación de la mujer al mercado laboral ha demostrado
el potencial y las capacidades que pueden compartir tanto
hombres como mujeres. Un ejemplo de ello “son las mujeres
que hoy en día ocupan altos cargos en grandes empresas o la
misma vida política. Y están ahí no por el hecho de ser
mujeres, sino por su formación y capacidad”, concluyó.
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