El premio María de Eza supuso para el Gobierno de la Ciudad
la necesidad de políticas a favor de la mujer.
Un compromiso que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
definió de “irrenunciable”, destacando dos ejes
fundamentales: “favorecer la integración de la mujer en
todos los ámbitos de la vida política, laboral, social y
cultural; y atender a las mujeres víctimas de malos tratos y
de la violencia de género”.
Vivas también quiso destacar que “se han duplicado
prácticamente los recursos e incrementado en un sesenta por
ciento las mujeres beneficiarias de los distintos programas
a favor de la integración”. En cuanto a la lucha contra la
violencia de género, “es una labor preventiva, de
asistencia, de concienciación, de educación, que también
creo que se han llevado a cabo”, apostilló Vivas.
Pese a los positivos datos, el presidente de la Ciudad
también hizo referencia a los nuevos retos que en materia de
igualdad se plantea la Ciudad. “La creación de un centro
integral para la atención a la mujer en la parcela Ibarrola;
y la actualización y revisión del anterior Plan de Igualdad.
En ambos proyectos, esperamos contar con el apoyo de la
Delegación del Gobierno, el Ministerio de Igualdad, las
formaciones políticas y de toda la sociedad civil”,
argumentó el presidente.
Para finalizar su intervención, y haciendo especial
hincapié, Vivas recalcó que “estamos dispuestos a poner
todos los medios necesarios para erradicar esta lacra social
que es la violencia de género y que hace sufrir a las
mujeres”.
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