“Hoy es un día muy feliz para mí como delegado del
Gobierno”. José Fernández Chacón eligió estas palabras para
comenzar su comparecencia donde ofreció algunos detalles de
la implicación de la Delegación en la liberación del taxista
ceutí Abdeselam Ahmed Laarbi. Una versión, la del delegado,
que ofrece contradicciones con lo expresado por el propio
implicado.
Chacón recalcó en todo momento que la Delegación del
Gobierno, y por tanto España, no era consciente de que
Abdeselam Ahmed había sido detenido hasta el 13 de febrero,
cuando un medio de comunicación se hacía eco de la historia.
“Esa mañana pudimos conocer la situación del detenido”,
afirmó este, tras explicar que se puso en contacto con los
cónsules de Tetuán primero y de Rabat después.
La detención de este taxista se produce el 24 de enero.
Mientras, la actuación diplomática de España no se produce
hasta el 13. Durante todos esos días la Delegación defiende
que la familia no hizo uso del cauce diplomático de la
nacionalidad española. “No sabemos por que no acudieron
antes. Creemos que ellos pensaron que se trataba de un
problema de menor relevancia que se podía arreglar de otra
manera”, añadió. Estas valoraciones se contraponen con las
dadas por la familia y el propio interesado.
Independientemente de lo anterior, Fernández Chacón
significó las “múltiples gestiones, casi diarias y en todas
las instancias” de los cónsules. Entre las actuaciones este
destacó como prueba “decisiva” el envío, por conducto
oficial, de un certificado de la Jefatura Provincial de
Tráfico por el cual se demuestra, según este, que dejó de
ser propietario del vehículo durante siete meses.
Finalmente, este agradeció la labor del agregado de la
Guardia Civil en la embajada de Marruecos y resaltó, una vez
más, las “magníficas relaciones existentes” entre ambos
países.
|