ACTUALIDAD - MIÉRCOLES, 25 DE FEBRERO DE 2009

CEUTA
David F. Pascual
ceuta@elpueblodeceuta.com

El taxista ceutí detenido por error por la Gendarmería Real marroquí consiguió finalmente en la tarde de ayer arribar a su casa después de horas de viaje y una infructuosa primera aproximación a la frontera de Bab Sebta. Y es que las autoridades marroquíes denegaron la entrada a Abdeselam Ahmed y a su familia cuando intentaron cruzar la frontera en la madrugada del lunes.

Abdeselam y su esposa debieron pasar la noche en suelo marroquí para en la mañana de ayer solicitar nuevas gestiones de parte del cónsul de Tetuán, Javier Jiménez- Ugarte. Horas después la historia acabó con un final feliz.

Abdeselam Ahmed bien podría pedir prestado el título del famoso clásico de Homero ‘La Odisea’ para describir sus vivencias desde que fue detenido por la Gendarmería Real marroquí en suelo del país vecino el pasado 24 de enero hasta ayer, cuando sobre las 15.45 horas pisaba suelo español en Ceuta. Una odisea ha sido, sobre todo, su periplo para volver a casa desde que en la tarde noche del lunes fuera absuelto de los delitos de los que se le acusaban y fuera puesto en libertad.

La alegría no pudo ser completa en la noche del lunes, horas después de ser liberado puesto que desde el lado marroquí de la frontera del Tarajal se le denegó la entrada a Abdeselam. En vista de la hora que era decidieron dar marcha atrás y adentrarse en Marruecos para pasar la noche en Martil. La jornada de ayer martes comenzó desde bien temprano y es que el taxista ceutí y su esposa pusieron rumbo al consulado de España en Tetuán para intentar, una vez más, la gestión diplomática. EL PUEBLO fue testigo y colaborador directo de tales acontecimientos.

Al parecer Abdeselam figuraba aun como una persona buscada por la justicia marroquí. Este fue retenido durante algunas horas en Bab Sebta para aclarar todo. Pese a la ingente cantidad de documentación aportada y las continuas llamadas de las autoridades españolas en suelo marroquí no se certificó su pase hasta pasadas las 15.30 horas. Fue entonces cuando sólo quedaban los últimos trámites, los que cualquier persona ha de cumplir para pasar de un lado a otro de la frontera.

Abdeselam apareció entero, serio pero arropado por sus familiares más directos al cruzar la frontera. Este recalcó la alegría que tenía por volver a pisar Ceuta y destacó las enormes ganas que tenía por ver de nuevo a su hijo, el cual está enfermo, según precisó.

La primera alegría ya en suelo ceutí se la dieron un grupo de taxistas con quienes este se fundió en un sentido abrazo. Los tres conductores estaban fuera de sus vehículos en la parada habilitada para estos en la frontera. EL PUEBLO fue testigo de este emotivo momento.

La intrahistoria

No ha existido ninguna duda de la españolidad de Abdeselam Ahmed Laarbi dado que, según manifestó a EL PUEBLO, en su detención aportó el pasaporte nacional para su identificación por parte de la mejanía marroquí, en contraposición de lo manifestado por el delegado del Gobierno ayer. Al quedar en manos de las fuerzas de seguridad del país vecino tuvo que abandonar todas sus pertenencias, entre ellas el pasaporte, que quedó en manos de su mujer. Esta siguió al vehículo policial hasta Ouazzane donde, en la ciudad, realizó una copia del pasaporte con la que se quedó el detenido.

La Gendarmería Real marroquí apresó a este taxista el 24 de enero entre la frontera y Castillejos. Los agentes le detuvieron como sospechoso por un presunto delito de tráfico de drogas. Las fuerzas de seguridad encontraron un Volkswagen Passat cargado de droga abandonado cerca de un control. Un coche del que había sido propietario pero que había vendido hace 7 meses.
 

“Quiero volver a trabajar lo más rápido posible, reencontrarme
con la normalidad”, aseguró Abdeselam

Fueron dos minutos escasos, el tiempo que tardó en despedirse de algunos colaboradores y cruzar la frontera, los que Abdeselam Ahmed Laarbi atendió a EL PUEBLO, haciendo así útiles las horas pasadas de espera en la frontera. “Ha sido una mala experiencia claro, no es una alegría pasar por una cárcel marroquí pero eso queda atrás”, aseguró en primera instancia. Segundos después, rehecho por la presencia mediática este aprovechó para agradecer su diligencia a la Guardia Civil, al delegado del Gobierno, a los taxistas y a los medios de comunicación. Abdeselam quiso acabar con las especulaciones y se mostró tajante: “Por su puesto que llevaba el pasaporte español”.

Por otro lado, este explicó las sensaciones vividas en la noche del lunes cuando salió de la cárcel de Ouazzane en la que había permanecido detenido casi un mes. “Fue para mí una alegría enorme salir y ver a mi familia. Sinceramente era algo que no me esperaba”, comentó. Finalmente destacó sus ganas por recuperar la normalidad: “Quiero volver a trabajar lo más rápido posible. Yo vivo de mi trabajo, de conducir mi taxi, y llevo un mes sin hacerlo”.