En lo que al saneamiento se refiere, actualmente,
Instituciones Penitenciarias está en conversaciones con
ACEMSA, empresa municipal encargada de la gestión de las
aguas residuales de Ceuta, con el fin de estudiar la mejor
solución para la integración de las aguas sanitarias en la
red actual.
Actualmente se contempla la posibilidad de adecuar las
conexiones desde el nuevo centro penitenciario a los nuevos
colectores que conectan la Barrida Príncipe Alfonso con la
nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), de
manera que se adecue la capacidad de la red al vertido del
centro, evitando la construcción de una segunda depuradora.
Esta solución de depuración es considerada por la Sociedad
Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP)
como la opción más eficiente, si bien sólo será válida en
caso de que dicha planta esté en funcionamiento para la
finalización de las obras de la prisión.
En caso contrario se requeriría abordar la integración en el
proyecto del centro penitenciario de una EDAR propia.
Los terrenos que ocupará el centro penitenciario, presentan
una topografía accidentada con grandes desniveles entre los
distintos puntos de la parcela, de aproximadamente 100
metros, según explica el proyecto de SEIP para la
construcción de la nueva prisión.
“Esta topografía accidentada favorece el establecimiento de
una red de drenaje caracterizada por torrenteras y arroyos
de marcado régimen temporal”, señala el proyecto.
En cuanto a las edificaciones existentes en la parcela a
ocupar, el proyecto advierte de varias edificaciones
ilegales de autoconstrucción: unas cinco situadas en la
margen del camino que desciende desde la zona de la Torre de
Medizabal a la Barriada Príncipe Alfonso y otra tradicional
con un huerto asociado.
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