En declaraciones a los periodistas, el secretario general de
UFP, Cristóbal Olivella, negó que estos incidentes sean
“casos excepcionales”, como afirma la Delegación del
Gobierno, a la que quiso puntualizar que “tanto la Policía
Nacional como la Guardia Civil tenemos follones en la
frontera todos los días”.
Olivella denunció que los sindicatos policiales están
reclamando desde hace siete años un protocolo escrito sobre
la actuación a seguir en la frontera, donde los agentes
“trabajan a la mano de Dios”.
Por esta razón, insistió en la necesidad de que, ante
cualquier intervención en la frontera, acudan como mínimo
cuatro agentes y no sólo uno, “sea o no jefe”, como se está
realizando en la actualidad.
El responsable de UFP criticó la falta de mejoras en la
frontera, infraestructuras a las que “sólo se les limpia la
cara” desde hace cinco años.
Ante esta situación, Olivella reclamó a la Delegación del
Gobierno que tenga una reunión urgente con los responsables
policiales de Marruecos para evitar que se vuelvan a
producir más incidentes, muchos de ellos protagonizados por
grupos organizados al otro lado de la frontera y por agentes
marroquíes que han llegado a invadir territorio español.
“Si tienen que pasar este asunto al Ministerio de Asuntos
Exteriores para que haya negociaciones, que lo hagan”, pidió
el dirigente de UFP, quien recordó que este problema no es
único de Melilla, ya que en la frontera de Ceuta también se
están registrando agresiones contra agentes españoles.
UFP también reclama que se habilite un espacio de tierra de
nadie entre los controles fronterizos de Marruecos y España
en el puesto de Beni-Enzar, y que los policías de ambos
países no puedan actuar en la zona salvo en casos de
flagrante delito.
Finalmente hay que destacar que Olivella denunció además la
presión que está sufriendo su sindicato respecto a los
responsables de la Jefatura Superior de Policía, quienes han
abierto ya cuatro expedientes disciplinarios contra
responsables de UFP por repartir publicidad sobre la
movilización de ayer y protestar por la situación
fronteriza.
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