El Ciudad de Ceuta dejó escapar ayer tres puntos que podrían
valer la mismísima permanencia a final de temporada. Y es
que a pesar del buen juego desarrollado sobre la pista del
Díaz-Flor durante toda la primera vuelta del campeonato, el
combinado caballa disputó ayer una primera parte sosa y con
falta de mordiente, que propició que los sevillanos se
marcharan al descanso con una tenta de tres goles. Tras
despertar finalmente, una vez reanudado el choque, los
ceutíes saltaron a la pista con otra mentalidad, pero el
‘acoso y derribo’ de estos no fue suficiente para superar a
una defensa impenetrable que consiguió mantener su portería
imbatida durante todo el segundo tiempo.
Durante los primeros compases del choque el Ciudad de Ceuta
ya demostró que no era el mismo equipo al que los
espectadores estaban acostumbrados a ver. Unos jugadores que
saltaron dormidos a la pista y que dejaron jugar al
contrario vieron como en el minuto cuatro encajaban el
primer gol después de que Hamza, desde el centro del campo,
cediese un balón al meta Ósca que, tras resbalarse, no pudo
más que seguir la secuencia de cómo entreba el esférico en
su portería.
Tras este primer revés, los ceutíes contaron con una buena
ocasión para restablecer el empate, pero el centro de Coca
hacia Hamza fue despejado in extremis por la defensa
sevillana. Dos potentes lanzamientos de Jesús y Jorge fueron
la respuesta al ataque caballa antes de que Miguel, de
fuerte disparo, volviese a batir a un meta ceutí que no
consiguió atajar la pelota.
Cuatro minutos después, sin embargo, llegaba la esperanza.
Los jugadores caballas parecía despertar y tras una gran
jugada personal de Hamza, que cedió el esférico para que
marcase Coca con un sutil toque, recortaban distancia. No
fue más que un espejismo. Tras el tanto ceutí, el conjunto
sevillano no tardó en marcharse al ataque y en la siguiente
jugada Jorge volvía a ampliar las distancias para su equipo.
En el mismo minuto, y cuando los ceutíes aún no se había
repuesto del nuevo golpe, Fran aprovechó un balón en la
frontal del área para hacer el 1-4 con el que ambas
escuadras se marcharon a los vestuarios.
Tras la reanudación, sin embargo, el guión cambió. El Ciudad
volvió a ser aquel equipo que superó a grandes del grupo
como Melilla y Villafranca. Pero el reto era difícil. Y
superar a la defensa sevillana, más. La presión de los
jugadores caballas obligó al Clipeus a meterse en su propia
área y defender las continúas embestidas de los ceutíes.
Conforme fueron pasando los minutos, y en vista de que el
enorme esfuerzo estaba siendo en vano, los jugadores blancos
comenzaron a cometer errores. Errores que fueron
aprovechados por Chema, en el 30’, y Carlos, en la recta
final del encuentro, para firmar el 1-6 con el que finalizó
el choque.
A pesar de la impotencia, y de que el técnico caballa,
Chito, acabó en los vestuarios, el Ciudad acabó con dignidad
un partido que se complicó nada más darse inicio.
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