Aún sin computar los kilos y kilos de frutas y verduras que
fueron decomisadas por la Policía Local, los agentes
culminaron una actuación que se encontraron de sorpresa
durante el cometido de un control de venta ambulante en la
barriada de Los Rosales, en un lugar próximo, al centro
peninteciario allí ubicado. Varios zetas y un furgón
acabaron con este negocio ilegal.
Durante un habitual control sobre venta ambulante que
realiza habitualmente la Policía Local en aplicación de los
reglamentos del Ayuntamiento de Ceuta, varios agentes se
percataron de que muchos ciudadanos acudían a un portal de
uno de los edificios ubicados en una de las calles de acceso
a la prisión de Los Rosales. El movimiento era continuo y
los ciudadanos salían con bolsas de alimentos.
La sorpresa fue mayúscula cuando al interesarse por este
curioso fenómeno comprobaron que en el interior del portal,
cuyo acceso se abría a un patio interior, se había montado
un mercadillo en toda regla. Lo inesperado de la presencia
de los agentes de la Ciudad Autónoma pilló desprevenido a
cuantos en su interior se encontraban: ciudadanos y
vendedores quienes lógicamente no pudieron acreditar en
momento alguno la procedencia de la mercancía ni siquiera el
control sanitario para la venta. Mucho menos pudieron
acreditar que ese portal-patio fuese un lugar permitido para
tales fines.
Por tal motivo, los agentes intervinientes solicitaron el
apoyo del furgón policial existente para estos casos y se
procedió, de inmediato, al decomiso de los alimentos
expuestos sobre baldas de madera, cartones y cajas. Se
identificó a los vendedores y se trasladó finalmente la
mercancía, basicamente fruta y verdura hasta la Jefatura de
la Policía Local para que ésta siguiera el conducto
reglamentario.
En estos casos, la mercancía se pone a disposición de los
servicios sanitarios de la Ciudad Autónoma para comprobar su
estado y, en función de la determinación de éstos, se
procede a la entrega de los mismos a las distintas entidades
no gubernamentales para su distribución entre los
necesitados. Aún cuando no se ha podido conocer, por este
medio, la cantidad decomisada, sí se ha comprobado que el
furgón de la Policía Local había llenado su espacio de carga
con lo interceptado por lo que podría ascender a algún
centenar los kilos de alimentos incautados.
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