La reforma de la universidad europea es imparable. El Plan
Bolonia está cada vez más cerca de su puesta en
funcionamiento al tiempo que en muchas universidades ha
surgido un movimiento estudiantil contra este proceso.
Las previsiones indican que Enfermería se enganchará a los
nuevos planes en 2009, con el inicio del próximo curso,
mientras que las titulaciones de Maestro de Infantil y
Primaria de la Facultad de Humanidades harán lo propio en
2010.
EL PUEBLO charló con los máximos representantes de cada
centro para conocer su opinión al respecto del Plan Bolonia.
Las revueltas estudiantiles contra el Plan Bolonia ocuparon
las portadas informativas de los medios en varias ciudades
durante las últimas semanas antes del parón lectivo por la
Navidad. Por cercanía, Cádiz fue la ciudad donde este
movimiento parece más significativo. Una treintena de
estudiantes protagonizaron un encierro de varios días en la
Facultad de Filosofía y Letras.
¿Existe el conocimiento respecto a que haya malestar entre
los estudiantes universitarios ceutíes por el plan de
reforma? “No ha habido en nuestra facultad ningún movimiento
estudiantil. No tengo conocimiento ni directa ni
indirectamente”, manifestó Ramón Galindo, decano de
Humanidades. La universidad en Ceuta se caracteriza por la
cercanía existente entre profesores y alumnos. Tanto
Humanidades como Enfermería son centros pequeños donde el
contacto tutor-pupilo es frecuente. La respuesta es idéntica
en el caso de los estudiantes de Enfermería. “Nuestras
circunstancias son muy peculiares por que acabamos de
integrarnos en la universidad hace poco”, reseñó Jesús
Ramírez, director adjunto.
Desde la escuela universitaria se ve este proceso de reforma
“desde una perspectiva muy positiva”. Ramírez lo razona. La
adaptación de los planes sirve para alcanzar la máxima
aspiración de esta titulación. Hasta hace poco era una
carrera de primer ciclo sin expectativas de promoción a no
ser que se cursaran otros estudios. Ahora quedará asentado
un título de graduado en Enfermería que equivaldrá a las
antiguas licenciaturas. “Eso lo recibimos como agua de mayo.
Pienso que quien se opone ante una evolución se enfrenta a
la posibilidad de que las cosas mejoren”.
Las dudas acerca del futuro no están sólo entre el alumnado,
también entre el profesorado. La diferencia es que parte de
este último colectivo, el que forma las comisiones de cada
centro, tiene la palabra para diseñar los nuevos títulos de
grado. “Está por definir el nuevo método o modelo de
formación. Los alumnos pueden preguntarse cómo se va a
evaluar y valorar el trabajo de los estudiantes. Es algo que
habrá que resolver”, sentenció Ramírez, quien apostó por la
cada vez mayor implantación de las nuevas tecnologías.
Movilidad
El Plan Bolonia supondrá para todas las universidades
españolas la renovación de sus títulos para conseguir esa
estandarización que precogniza el modelo europeo. La ANECA a
nivel nacional y la Junta de Andalucía a través de su
agencia se encargarán de verificar los títulos
universitarios de cada centro. Tanto en Enfermería como en
la Facultad de Humanidades trabajan concienzudamente en esta
materia desde hace ya muchos meses. Los planes de grado de
maestro de Infantil y Primaria y Administración y Gestión de
Empresas ocupan a Ramón Galindo y los suyos al igual que
Enfermería está entre ceja y ceja de Jesús Ramírez y su
equipo.
Magisterio sirve de ejemplo para describir la coordinación
necesaria para que la reforma universitaria llegue a buen
término. La Universidad de Granada (UGR) tiene tres centros
adscritos donde se imparte Magisterio: Granada, Ceuta y
Melilla. La llegada del Plan Bolonia supondrá que la UGR
ofrezca en cada uno de sus centros un título único en
maestro de Educación Infantil o Primaria, a diferencia de
antes, según explicó el decano de la Facultad de Humanidades
de Ceuta.
Este hecho implica que ha de haber una coordinación entre
los equipos de cada centro. Lo más complicado es introducir
una unidad habida cuenta de las diferencias estructurales y
de medios de cada uno de los centros. “La facultad de
Granada tiene 7.000 alumnos y 300 profesores y nosotros no
llegamos a 500 estudiantes y 40 maestros”, afirmó Galindo.
“Esto es lo que nos está generando dinámicas más lentas de
las que deseamos. Nosotros tomamos decisiones en Ceuta pero
cuando cruzamos estas propuestas con Granada y Melilla todo
se ralentiza”, detalló. Otro tanto de lo mismo ocurre con
Enfermería.
Dentro del aspecto de la movilidad, que no podría ser
posible sin la unidad temática de títulos y asignaturas, se
encuentra el programa Erasmus. La nueva universidad es una
garantía del refuerzo de la movilidad de estudiantes entre
países.
El director adjunto de Enfermería consideró que los alumnos
se sentirán “más tranquilos” al ver que pueden irse de
Erasmus y que al volver se les convalidarán las asignaturas
que hayan aprobado fuera. “Es un valor añadido muy
importante que justifica cualquier cambio”.
Mientras, Galindo se declaró como un apasionado de este
programa de movilidad que actualmente realiza su hijo. Según
este “es una experiencia inolvidable que debería empezar a
ser obligatoria para los estudiantes”.
Inicio de los nuevos planes
No es una certeza absoluta pero la previsión es que los
nuevos planes de ciertas titulaciones deberán empezar a
funcionar desde septiembre-octubre de este 2009. La primera
tanda engloba a Enfermería e incluso a Administración y
Dirección de Empresas, según precisó Ramón Galindo.
Mientras, otras especialidades como maestro de Educación
Infantil y Primaria comenzarían en septiembre-octubre de
2010.
Un equipo de trabajo de cada centro, en comisión, elabora
los planes de estudio que contienen, entre otras cosas, los
recursos humanos y estructurales con que se cuenta para la
impartición de la enseñanza. Estos programas se confrontan
con el resto de centros adscritos a la universidad. Luego
pasan unos filtros verificadores por parte de la ANECA,
agencia estatal, y la andaluza. Todo ello para llegar a la
publicación en el Boletín Oficial del Estado, que es el
último trámite.
Privatización
La figura del agente externo ha cobrado gran importancia en
este proceso. El mundo de la empresa, donde al fin y al cabo
acabarán muchos de los estudiantes de la universidad,
también tiene su cuota de participación. Este hecho ha
resultado de lo más polémico y es que hay quien ha visto en
ella una mercantilización o privatización de la universidad.
Jesús Ramírez consideró que aunque suponga abandonar el
academicismo clásico, por un puro sentido práctico, la
universidad ha de formar en gran manera a un alumno que se
ajuste a las verdaderas necesidades del mercado.
“Estoy con quienes no quieren que la universidad se
privatice”, aseveró Ramón Galindo que también apuntó:
“Quiero una universidad pública de calidad y que no esté al
servicio del mercado. Este consideró que los agentes
externos pueden tener cabida para dar a los formadores “la
visión del mercado que no tenemos”.
Por su parte, el director adjunto de la escuela de
enfermería abundó en la necesidad de no hacer que el alumno
acabe siendo un objeto de compra-venta.
La mercantilización de la universidad podría tener
consecuencias desastrosas. Muchas titulaciones podrían
extinguirse o perderse por el mero hecho de no tener mucho
que ver con la oferta y demanda del mercado. Las
humanísticas y artísticas serían algunas de ellas.
“La universidad es a la sociedad y el mercado lo que el mar
al clima. La universidad debe ser un regulador de los
mercados. Tiene que ser una institución crítica, la
conciencia de un pueblo y una sociedad, por que se entiende
que están las personas mejor formadas para orientar la vida
intelectual y científica de un país”, opinó Galindo.
Por último ambos coincidieron en la necesidad de pedirle a
la universidad del siglo XXI un posgrado de mayor calidad.
“Hay que darle al alumno la oportunidad de hacer un buen
master en su universidad. Una formación a precio de
matrícula, no de master”, señaló Ramírez.
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