“Ahora tenemos un camino que recorre. Queremos construirlo
mediante el diálogo. Empezaremos a trabajar en los próximos
días”. Fueron las primeras palabras de Ramesh Chandiramani,
presidente del polígono de la Chimenea y portavoz de los
cuatro ayer. Este abogó por que tanto la ciudad como los
empresarios, “desde la responsabilidad” trabajen para
mejorar el polígono del Tarajal.
Chandiramani respondió con ironía ante las preguntas de los
periodistas acerca de por qué la Ciudad sólo ha regularizado
a 15 de las 200 naves que están en situación irregular. “Es
curioso” que hayan sido tan pocas, señaló.
Este reconoció que en el polígono hay quien no se ha tomado
tan en serio como debería el proceso, aun así expresó sus
dudas acerca del número de propietarios a los que la Ciudad
ha ‘premiado’ el esfuerzo. “Creemos que tenemos que trabajar
todos con más rigurosidad. Algo ha pasado hasta ahora que
tenemos que mejorar entre todos”, apuntó.
El ayer portavoz de la Asociación de Empresarios de los
Polígonos del Tarajal (AEPT) denunció que la Ciudad envió el
martes muchos de los decretos de cierra hacia naves con
trámites en vigor. “Queremos que las órdenes de cese de
actividad vayan hacia quienes no han iniciado los trámites”,
expresó a continuación.
La Ciudad nombró en la reunión de ayer, según adelantaron
los propios comerciantes, a Mohamed Chaib como enlace entre
el polígono y el presidente Juan Vivas. Él será la persona
encargada de hacer llegar a la cúpula del Ejecutivo ceutí
los problemas de los empresarios del Tarajal.
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