La Ciudad y los representantes de los polígonos del Tarajal
apostaron ayer por la colaboración y la información para
relanzar el proceso de regularización de naves. Así, Fomento
informará individualmente sobre las deficiencias de los
proyectos de cada almacén implicado.
Las naves con mayor riesgo o peligro tendrán quince días
para regularizar su situación o la Ciudad decretará el cese
de actividad.
La tan repetida regularización de las naves del polígono del
Tarajal podría dejar de ser una utopía a tenor de las
manifestaciones realizadas por Ciudad y empresarios tras la
reunión que ambas partes mantuvieron en la mañana de ayer.
Como diría un castizo esta podría ser la ‘redefinitiva’.
Tras los continuos mensajes lanzados por el Ejecutivo local
los representantes de los cuatro polígonos han manifestado
su compromiso para hacer lo posible por cerrar de una vez
este capítulo de la historia del Tarajal.
Más información y colaboración más estrecha. “La Ciudad nos
va a pasar la información de todas las naves que han
solicitado la licencia de apertura, cuál es la situación
actual de cada una y qué deficiencias tienen. Si una vez
concluido el plazo no han recibido el permiso deberán
cerrar”, declaró Ramesh Chandiramani, presidente de la
Chimenea, uno de los cuatro polígonos del Tarajal.
La portavoz del Ejecutivo local, Yolanda Bel, explicó que la
Consejería de Fomento, atendiendo a las deficiencias que
tengan que subsanar las naves, establecerá con el apoyo de
los presidentes de los polígonos, el plazo marcado para
regularizar su actividad. Así, dependiendo del calado de los
defectos de cada establecimiento y su peligrosidad para el
desarrollo de la actividad se establecerá el plazo.
Fuentes de la Consejería de Fomento opinan que el plazo que
se concederá a las naves con mayores riesgos será en torno a
los quince días. “Será el mínimo que se pueda dar habida
cuenta de los peligros”, precisaron. Mientras, para los
almacenes que estén en trámites de conseguir la licencia y
que tengan defectos de menor importancia el plazo podrá
alargarse sobre el mes. “El objetivo último es finiquitar
este proceso en el próximo mes y medio”, agregaron.
Las naves sobre las que se aplicará el menor plazo son cinco
que, dentro de las de mayor riesgo, tienen deficiencias
estructurales. Desde ahí, y en función del nivel de
peligrosidad y el grado de los defectos del almacén se irá
abriendo el abanico del marco temporal para cumplir con la
normativa.
El director general de Urbanismo de la Consejería de
Fomento, Francisco Navas, está al frente de la Unidad
Especial de regularización que agrupa además a otros tres
funcionarios. La Ciudad ha tendido la mano a los empresarios
para que la comunicación sea estrecha y para que el
desconocimiento no sea excusa a la hora de los cierres.
“Los cauces de información están suficientemente claros por
lo que el interesado va a conocer de primera mano y por dos
vías las deficiencias que tiene la nave y el plazo previsto
para arreglar la situación”, precisó Bel. Esta volvió a
defender que la información facilitada hasta ahora a los
propietarios ha sido suficiente para conocer su situación.
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