La empresa de autobús Hadú Almadraba manifestó ayer que la
única posibilidad real que se maneja actualmente para subir
desde el Mercado hasta la Plaza Azcárate es a través del
paseo del Revellín, tal y como se hacía antes de la
peatonalización de la calle. Tanto el gerente de la empresa
como el delegado sindical comentaron que ya han hecho el
intento de ascender a través de Millán Astray, pero que esta
posibilidad queda descartada, ya que el autobús choca con la
calzada por la parte delantera y trasera y los vehículos no
están preparados para subir una cuesta tan empinada.
Va para largo o, por lo menos, hasta que no se acaben las
obras en la calle Real. A pesar de que el tramo de la
iglesia de los Remedios está prácticamente concluido, queda
en el aire saber si se va a mejorar el pavimento desde este
tramo hasta la plaza Azcárate. Todo esto interesa, puesto
que será entonces cuando Ciudad y Hadú Almadraba se sienten
para deliberar qué ocurrirá con el transporte público en el
centro.
Desde la peatonalización del Revellín, hace ya cinco años,
los vecinos de las calles aledañas a Real más incapacitados
carecen de autobús urbano para llegar a sus casas.
“Da mucha pena dejar a una señora mayor en la Marina y ver
cómo tiene que subir la cuesta para llegar hasta su casa”,
comentó ayer uno de los trabajadores de esta empresa al ser
consultado en la parada del mercado.
Pero las noticias no son nefastas para los afectados, puesto
que desde la Ciudad y la empresa de autobuses existe
voluntad para dar cobertura al colectivo de mayores o
discapacitados, sin obviar a aquellas amas de casa o
individuos que compran en el mercado y que se ven obligados
a ascender hasta sus casas a pie o a pagarse un taxi que, en
muchos casos, necesita dar un rodeo ingente para llegar al
domicilio de la persona.
Todas estas historias ya las saben, puesto que son muchos
los meses de reivindicación vecinal que se han hecho desde
la Asociación de Vecinos del Centro. Los últimos en sumarse,
esta semana mediante escrito a la Ciudad, han sido los
vecinos de Plaza Azcárate.
El gerente de Hadú Almadraba, José María Calleja, explicó
que ya ha informado a la Ciudad de que la única manera de
subir hasta Plaza Azcárate es a través del Revellín. Para
ello se utilizaría un autobús de 9,5 metros, al menos dos
metros menos que los corrientes y con capacidad para 70
personas, unas 30 ó 35 menos que caben en los vehículos
habituales; el servicio se haría cada hora, para evitar
excesivas molestias y no habría que comprar los autobuses,
puesto que la entidad ya dispone de varios modelos. Pero
claro, la Ciudad no está por la labor, aunque aún no lo ha
manifestado públicamente.
El delegado sindical de la empresa, José Molina, también
confirmó esta idea y explicó que se ha intentado
reconfigurar el itinerario. Las pruebas realizadas en Millán
Astray demuestran que el autobús no tiene capacidad para
ascender por una cuesta tan empinada y que la parte
delantera y trasera chocan con el suelo.
Desde la Ciudad existe voluntad por reestablecer el servicio
y también desde la empresa. Molina aseguró que en Toledo
existe este servicio para el casco urbano.
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