Según los familiares la evolución de la gestación de Pilar
Rosello se llevaba con naturalidad pese a la hipertensión
detectada que le llevó a pedir la baja laboral, y la
evolución del bebé era, según las revisiones médicas
mensuales buena, pero la situación extrema, con infarto
incluido, de Pilar en el mediodía del miércoles habría
decantado, según las hipótesis, el futuro de Paula [así iba
a ser bautizada].
Probablemente, según defienden los allegados de la familia
[que vive un drama de elevado calado], el tiempo
transcurrido desde el episodio cardiopático de Pilar a las
13’00 horas y la decisión de la cesárea de urgencia, tomada
a las 16’00 horas, pueda ser la responsable de la
irreversible situación del bebé que tiene “gravemente
afectada la función cerebral”, se informa desde Cádiz. Esta
situación pudo haberse derivado de la falta de oxígeno ante
la parada cardíaca de la madre en la que el tiempo
transcurrió siempre en contra de Paula.
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