De mal en peor con fallos y falta de respuesta positiva
durante las seis horas que la paciente estuvo tratada por
los servicios de Urgencias, la mujer ceutí fallecida en
manos de ginecólogo, cardiólogo, intensivista y pediatra
acudía con sus 8 meses de embarazo a los servicios
hospitalarios por cuarto día consecutivo sin que
curiosamente antes se le hubiera detectado fallo cardíaco
alguno. La familia indignada y muy afectada ha denunciado
los hechos ante el juzgado de guardia que ordenó la autópsia
Pilar Rosello Rincón llegaba el miércoles por la mañana a
las Urgencias del hospital civil fatigada y con taquicardia.
Eran las 10 cuando ingresó. Desde hacía meses se encontraba
de baja médica [no podía compatibilizar su tarea de
limpiadora en el Helipuerto con su gestación]. Falleció a
las 16’20 durante la cesárea de emergencia para intentar
salvar al bebé que fue trasladado a Cádiz en estado crítico.
El marido, José Baro ha interpuesto una denuncia contra el
hospital civil al no estar conforme con el parte de
defunción que da viabilidad al proceso de enterramiento. El
informe registraba que la pérdida de la vida de Pilar se
había producido por ‘muerte natural’. Demasiado sencillo
para el calvario llevado.
El juez ordena la autopsia
El juez del número 3 ordenó a media tarde el traslado del
cuerpo desde el tanatorio del hospital militar al anatómico
de Santa Catalina y al tiempo ordenó al forense la práctica
de la autópsia que se llevará a cabo esta mañana y en la que
prevé conocer las verdaderas causas de la sobrevenida muerte
de Pilar Rosello. El equipo médico del hospital no realizó
la autopsia clínica tras la muerte de Pilar porque sólo se
practica cuando se desconocen las causas del fallecimiento.
En este caso, la Dirección Médica atestigüa que el deceso de
la joven se debió a un fallo cardiaco grave con “fracaso
ventricular izquierdo”, pero esto no está en el parte.
Si se trata de una cardiopatía tan grave que derivó a peor
con “evolución tórpida”, ¿cómo no se detectó claramente la
afección durante los meses de gestación?. ¿Puede no
detectarse?, se pregunta el marido quien vive un
extraordinario drama [su pequeña de seis años aún ayer no
sabía nada], ¿y los informes de los cuatro días anteriores
en los que Pilar y su marido acudieron a Urgencias?. ¿Qué
ocurrió desde las 10’00 horas hasta las 13’00 cuando Pilar
sufrió un infarto?. ¿Por qué no se le practicó la cesárea de
urgencia hasta tres horas después?. ¿Pudo esta decisión
afectar definitivamente y de manera irremediable al bebé?.
Los médicos del hospital que se reunirán esta semana para
valorar todo lo ocurrido aseguran que éste es un caso
extremo de fallos progresivos de la función cardiaca y
pulmonar.
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