El eminente arquitecto portugués Álvaro Siza, autor y
director facultativo de las obras complejo cultural de la
Manzana del Revellín, volvió ayer a Ceuta en el marco de una
visita “rutinaria” para comprobar in situ su evolución casi
nueve años después de la fecha en la que el GIL le comunicó
que descartaba su propuesta. Ayer, después de reconocer que
la obra marcha a su gusto y de desear que los ceutíes puedan
disfrutar de ella “cuanto antes” el Ejecutivo autonómico le
aseguró que, al menos en la parte que a la Administración le
compete, cumplirá los plazos estipulados: en 14 meses todo
lo que es de su incumbencia estará estará terminado.
Hace nueve años Siza también tuvo noticias de Ceuta por
estas fechas. El próximo domingo es el cumpleaños de aquel
16 de noviembre de 1999 en el que el Gobierno local del GIL
informó al arquitecto portugués de que desestimaba su
proyecto de complejo cultural con conservatorio, escuela de
idiomas, auditorio y biblioteca, una idea que el Pleno había
aprobado por unanimidad en 1994 pero que a Sampietro cinco
años después le parecía elitista y fuera de sitio.
Tras múltiples idas y venidas, dimes y diretes, sentencias,
polémicas y denuncias, la eminencia lusa comprobó ayer en
primera persona que, por fin, el proyecto parece tener
fecha. El presidente Vivas ya piensa incluso en quién podría
inaugurar el auditorio, corazón del complejo, la próxima
Navidad, cuando está previsto que toda la parte pública de
la obra, que saldrá a la Hacienda pública por
aproximadamente 50 millones de euros, esté terminada.
Se le contó durante una jornada de trabajo
“extraordinariamente satisfactoria”, según la describió
Vivas ante los medios, que comenzó con un encuentro del
arquitecto, diseñador y director facultativo de la obra, con
el presidente y los consejeros de Fomento, Hacienda y
Educación y Cultura.
“Me gustaría destacar que la obra tiene por fin un horizonte
definido y determinado, algo que no siempre hemos estado en
condiciones de poder decir, sobre todo en lo que al
equipamiento público [espacios comunes, auditorio,
conservatorio, plaza central, aparcamiento subterráneo y
calles adyacentes] se refiere, que ya está técnicamente
determinado, contratado y financiado”, se congratuló Vivas,
que no dudó en volver a calificar de obra “de primera
magnitud” la de una Manzana que, aseguró, “supondrá un antes
y un después para la oferta cultural de Ceuta”.
Los plazos se concretan, según explicó a última hora de la
tarde, tras las correspondientes entrevistas de índole
técnico, el consejero de Economía, Guillermo Martínez, en
que la próxima Semana Santa deberían estar completamente
terminadas “las calles adyacentes, Padilla, Muñoz
Castellanos e Ingenieros”.
En verano, previsiblemente a finales, entrará en
funcionamiento el parking subterráneo, con capacidad para
200 vehículos. La plaza central superior, que podría
rematarse antes, seguramente no será accesible hasta
Navidad, cuando estén terminados el auditorio y el
conservatorio y no corra el riesgo de dañarse con el
tránsito de grúas y materiales de obra.
Oferta pendiente
Sobre la parte privada, los otros tres inmuebles que
componen el complejo, Vivas no quiso entrar en ninguna
elucrubración. “Se tramitando el correspondiente expediente
para la legalización de las obras conforme a los
pronunciamientos del Pleno, a la modificación del proyecto
original elaborada por Siza y ajustada a la sentencia del
TSJA, que limita el uso comercial permitido a un 8% de la
superficie total”, explicó Vivas, que como sus consejeros no
se atrevió a concretar cuándo terminará sus trabajos Manzana
del Rebellín S. L.
“Esa parte dotacional de titularidad privada es privada y la
Ciudad ha presentado una oferta para su adquisición de
acuerdo con las condiciones estipuladas por nuestros
servicios técnicos, jurídicos y financieros, pero aún no
hemos recibido respuesta”, aseguró el presidente, quien
avanzó que en caso de aceptarla se contactaría con Siza para
que adaptase el proyecto.
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