El profesor del Centro Superior de Invesigaciones
Científicas, Miguel Delibes De castro (sí, hijo del
escritor), abrió ayer las IV Jornadas PA.S.CAL. que Cepsa
organiza para crear un foro sobre medio ambiente. Delibes
Doctorado en Ciencias Biológicas en 1979, ha sido
investigador de la Estación Biológica de Doñana y recpetor
de premios como el Féliz Rodríguez de la Fuente a la
Conservación de la Naturaleza o el Prmeio Nacional de
Investigación Alejandro Malaspina. El autor quiso ayer en su
conferencia enmarcar el cambio climático en un cambio más
global que es producto de la intervención del hombre y
afecta a los ciclos biológicos, del nitrógeno y el agua
dulce.
Pregunta.- Usted ha insistido mucho en su ponencia que el
cambio climático es sólo una parte de un cambio mayor
global.
Respuesta.- Sí efectivamente. El cambio climático no
necesita publicidad y tiene publicistas muy famosos con
mucho éxito en su labor. Pero a los que trabajamos en
conservación de la naturaleza nos preocupa que tenga tanta
luminosidad que oscurezca al resto. El climático es el
cambio más mediático, el más evidente y quizás el que más se
puede ver porque tiene consecuencias más inmediatas como en
el comportamiento de las especies. Pero otros como el
déficit de agua dulce, el aumento del nitrógeno o el
problema de las especies que llegan de otros sitios y
provocan desajustes son tan importantes como el cambio
climático y no se pueden separar de él porque se
retroalimentan mutuamente. Nosotros tendemos a hablar de
cambio global, lo que no es desmerecer el cambio climático
sino colocarlo en un marco más amplio.
P.- Según lo expuesto, el cambio global está obligando a
las especies a evolucionar. ¿A raíz del proceso abierto se
pueden sacar conclusiones de cómo funciona la teoría de la
evolución, que las grandes variaciones se producen en
momentos de crisis?
R.- Algo así dicta la teoría evolutiva. Es decir, que las
grandes modificaciones han ocurrido después de las grandes
extinciones. Digamos que de alguna forma se genera un vacío
que lo llenan nuevos inventos. Cuando está lleno es muy
difícil inventar y que te salga bien la prueba porque tienes
que competir con otras especies que ya están rodadas y
funcionan mejor. De hecho existían mamíferos hace 150
millones de años y prácticamente no tuvieron ningún éxito
evolutivo hasta que desaparecieron los dinosaurios y muchos
otros reptiles hace 60 millones de años. Nos dejaron un
hueco y ahí fue cuando evolucionamos los mamíferos. Esa
evolución a saltos contradice un poco el esquema de Darwin
que pensaba en un cambio continuo y siempre menor y es uno
de los elementos que se tienden a reconocer como evidentes
en la teoría evolutiva. Es cierto que los humanos estamos
provocando una extinción masiva de especies y eso abre la
posibilidad de futuras evoluciones pero a lo largo de
millones de años. Las evoluciones en tiempo real o
microevoluciones pueden ser menores pero también son
importantes.
P.- Con la batería de datos que ahora se están aportando
sobre el cambio climático y global. ¿Qué le parece las
últimas declaraciones de Aznar donde comparaba ecologismo
con comunismo?
R.- Desafortunadas. Las personas importantes deben ser más
responsables a la hora de juzgar aunque después la opinión
de cualquiera sea respetable. Si él tiene esta opinión la
puede decir. Lo que no es cierto es presentar como que los
científicos no saben lo que dicen o que hay una pelea de
gallos para saber quien tiene razón o no, porque hay
bastante acuerdo. Podemos discutir detalles, incluso mayores
en las consecuencias que es lo que nos vienen a decir en la
ponencia de Olcina. Se discute que en el Mediterráneo
occidental va a llover menos o va a llover más, que es muy
importante y no sabemos en realidad lo que va pasar. ¿Se va
a volver desierto o subtropical? Es difícil hacer modelos en
cosas que son de mucha trascendencia. Pero lo que nadie
discute es que está habiendo cambios y que esos cambios nos
van a afectar. Cuanto peor sepamos predecirlo, peor nos
vamos a poder preparar para ello.
P.- Precisamente usted daba un margen muy amplio para
situar la extinción actual de especies sobre la extinción
que sería habitual en condiciones normales. ¿Hace falta
mucho trabajo para obtener las consecuencias del cambio
global o es predecible sólo dentro de unos márgenes
limitados?
R.- El sistema global es muy complicado, entiendo que los
geógrafos y los climatólogos lo tienen muy difícil porque
hay muchas variables que interactúan y muchos bucles que
tienen relación entre ellos. Estos sistemas complejos casi
que se caracterizan por la difícil predecibilidad. ¿Qué
puede ocurrir con las corrientes oceánicas? Pues que se
paren o que no se paren. Si dejan de funcionar bajará la
temperatura en vez de subir, si sube la temperatura y no se
para el funcionamiento de las corrientes, pues se
incrementarán pero no lo sabemos predecir. Eso en cuanto a
las extinciones de especies es aún más complicado porque
ignoramos cuántas hay. No tenemos ni idea de cuántas hay.
P.- ¿Y cómo se calcula entonces datos como la extinción
habitual en condiciones normales?
R.- La extinción de fondo la calculan los paleontólogos y es
un número moderadamente razonable. Lo hacen a través de una
media, más o menos una especie por millón de especies y año.
No hace falta decir que es un número aproximado. Conocemos
muchísimo peor cuántas especies hay, entre cinco millones y
cien millones vale todo, cualquier número es admisible.
Probablemente haya entre veintitantas y treinta millones de
especies pero si no sabemos las que hay muchísimo menos las
que interactúan entre ellas y cuantas se están extinguiendo
cada vez que se pierde una. ¿Cuántas especies se han perdido
en las costas que se han urbanizado? Pues no sabemos las que
había y no podemos conocer cuantas hemos extinguido.
P.- ¿Usted cree que hay más responsabilidad política en
los últimos años con respecto al medio ambiente y los
cambios globales?
R.- Sinceramente creo que hay dos movimientos. Uno de fondo
que es hacia más responsabilidad. A los que tenemos ya
bastante edad si nos hubieran dicho en los 80 que íbamos a
tener un Ministerio de Medio Ambiente y una Unión Europea
con una Comisaría de Medio Ambiente nos hubiera parecido
fantástico. Luego hay otras respuestas más de ondas de corto
recorrido y en este momento con la crisis económica el medio
ambiente ha perdido protagonismo. Más del que yo pensaba y
me ha hecho pensar que en realidad había una parte de moda
mayor de la que yo creía. Parecía que algunas conquistas
eran irreversibles y ahora da la impresión de que puede que
no lo sean.
P.- Cuando la economía aprieta, la preocupaciones
medioambientales son menores.
R.- Sigue habiendo el corto plazo y el largo plazo. La unión
Europea se puede seguir plantendo una política a medio o
largo plazo. A medida que vas bajando en una administración
y después al ciudadano, cada vez vas pensando más en el
corto plazo. A uno le preocupa el trabajo de mañana y a otro
más mayor que usted el futuro de su hijo, pero no puede
pensar en los nietos o bisnietos. Con lo cual se suma esa
tendencia a largo plazo de preocupación del medio ambiente
por otra más a corto plazo que se ve cortocircuitada por los
problemas de cada día.
P.- El escritor Asimov decía que si la población seguía
creciendo al ritmo de los 70, pronto estaríamos los unos
sobre los otros. ¿Es sostenible el crecimiento de la
población actual?
R.- Antes nos comeremos los unos a los otros. La población
sigue creciendo pero afortunadamente ha cambiado la
tendencia, ha habido un punto de inflexión y cada vez
crecemos más despacio. Hace unos años en el 2050 podíamos
ser 12.000 millones de personas, luego 9.000 y creo que
ahora 8.500, es decir, se ha desacelerado. Lo que en cambio
se sigue acelerando y no se ha frenado es el consumo. Es la
mezcla de esas dos cosas lo que afecta a los ecosistemas.
Ahora creo que la población crece a un 1,2 por ciento anual
y disminuyendo y el consumo 1,4 y aumentando. Dentro de esa
ecuación el consumo es lo más preocupante y lo más difícil
de cambiar. A ver quién gana las elecciones diciendo:
“Votadme que vais a vivir peor”.
P.- ¿Cree que se debería aceptar vivir con menos?
R.- Estoy seguro que se va aceptar. Creo que deberíamos
basar nuestra idea de desarrollo y basarla no en vivir con
más si no en vivir mejor. Sin el deber de tener dos o tres
coches.
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