Tres meses después de disputar su último encuentro oficial
en el Alfonso Murube ante el Girona, el ‘nuevo’ Ceuta
regresó a casa para medir sus fuerzas con el vigente campeón
del grupo cuarto. Caballas y ecijanos llegaban a la segunda
jornada con distinto ánimo; los blancos con la tranquilidad
de haber cumplido en Linares al aprovechar la incierta
situación de los mineros para arrancar los tres puntos,
mientras que los azulillos se habían quedado sin marcar en
los dos últimos encuentros y lo que es peor cayeron en el
San Pablo contra el Real Jaén y el Portugalete. Sobre el
césped del municipal el equipo de Benigno Sánchez volvió a
dar muestras de solvencia, solidez y efectividad, además y
esto es lo más importante sabe a qué juega. El de Pedro
Buenaventura empezó bien, dispuesto a adelantarse en el
marcador y meterle el miedo en el cuerpo a su rival. Pero
este Ceuta sabe nadar y guardar la ropa y casi nunca pierde
la compostura. En el primer tiempo gozó de alguna
oportunidad, que no pudo concretar y tuvo esa pizca de
suerte siempre necesaria en el deporte para marcar al filo
del descanso por medio de Txiki. El ex del Córdoba aprovechó
el desafortunado despeje de Mario para poner el 1-0.
En la reanudación el Écija apretó ante un Ceuta que movió
sus piezas para dar la estocada. Álvaro, que ya en el primer
periodo pudo marcar y creó problemas a la zaga astigitana,
demostró que si culmina las jugadas puede jugar
perfectamente en superior categoría. El de Puente Genil
apareció en los instantes finales para hacer dos bonitos
goles tras las asistencias de Anxo y Fran Amado. El
algecireño recuperó la titularidad en detrimento de Onyema
Elvis que no jugó ante el Écija.
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