El perfil de los ‘nuevos pobres’ en la península está
íntimamente ligado al fenómeno migratorio y al brusco
frenazo que ha experimentado el empleo en sectores como la
construcción, donde los extranjeros habían encontrado uno de
los nichos laborales más fecundos. Y es que el hecho de que
la crisis no afecta a todos por igual es algo en lo que
coinciden todos los especialistas, como en que uno de los
colectivos más perjudicados por la escalada de precios, el
aumento del paro y la subida del Euríbor es el de los
inmigrantes.
En Ceuta, donde el número de foráneos es considerablemente
inferior al de cualquier otra región española, se prevé que
se repita parte de la problemática: “Cuando el batacazo de
la construcción se deje sentir aún más fuertemente en la
ciudad la mayor parte de los trabajadores procedentes de la
península que vinieron aquí cuando encontraron un trabajo
volverán a sus lugares de origen”, aventuran desde Cáritas-Ceuta,
“pero los extranjeros lo tendrán mucho más difícil, tal y
como ya estamos comprobando en el resto del país, con lo que
las bolsas de población al límite del umbral de la pobreza
seguirán creciendo”.
Durante el segundo trimestre de este año 207.400 personas
perdieron su trabajo en nuestro país, más de 75.000 de ellas
inmigrantes, lo que eleva a cerca de un 20% de este
colectivo su tasa de desempleo.
El desempleo entre la población extranjera residente en
España ha crecido un 74,2% en sólo un año. En junio de 2007,
había 110.246 inmigrantes sin trabajo, en comparación con
los 260.000 del mismo mes en 2008.
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