Dos horas de concierto, y como si de una competición se
tratara, el cantautor gaditano, Antonio Orozco, arrasó en su
‘match ball’ personal contra los fuegos artificiales y el
adiós a la feria 2008. Su reto (sin duda el más duro) era el
de vencer las sensaciones, las emociones, los momentos.. Y
todo ello, lo encerró en un frasco de canciones, con una voz
tan personal como inspiradora, tan nuestra como gaditana.
El cantante llenó el auditorio, (pese a que existían algunos
huecos importantes), de un respetable más que respetable.
Con ganas, con fuerzas (a esas alturas de la feria) y con el
‘puntito’ que dá la pólvora quemada y el saber que era noche
de sábado. Pués, como decía, el compositor se metió al
público en el bolsillo de su amplia camisa, con la humildad
del que no olvida que los artistas lo són mientras quieran
los que compran sus discos.
Su sencillez, famosa y reconocida, le precedía y de esta
forma, todo el mundo sabía antes de empezar e concierto que
había sido el artista que ha tratado mejor a todo el mundo
desde que llegara a nuestra ciudad.
El gaditano estuvo cercano y directo; convencedor de su
música y convencido de sus músicos y, de esta forma, es muy
difícil ignorarlo. Una grandísima voz desgarrada y sureña
nos hizo ver en este concierto uno de los mejores de esta
feria 2008 (de la que hay que decir que a ido de menos a
más). El propio Antonio recordó cuando hacia casi ocho años
estaba en Ceuta por primera vez y en los inicios de su
carrera, como le había recibido esta tierra y que por eso se
encontraba tan a gusto volviendo a ella.
La capacidad de trabajo de este cantautor de ‘tronío moderno
y cercano’, se hizo palpable a lo largo de las casi dos
horas que duró la actuación, donde no paró sobre el
escenario central. Gritó al público hasta convencerlo y
hacerlo participe de su música. Movió a sus musicos jugando
a un ‘poderío de profesionalidad’ que evidencia la confianza
que tiene en ellos y que traslada a quienes le ven. Jaleó a
los presentes hasta que, con los brazos levantados, las
gradas le gritaron y cantaron las canciones de su amplio
repertorio, que nos llevaron de un lado a otro de los
sentimientos a bordo de su gira ‘Cadizfornia’.
Un cierre de feria, que entre la magnificencia de ‘los
fuegos en el cielo’ y las luces de la maravillosa portada
(que en la madrugada se apagaban hasta el 2009) se hizo más
emotivo si cabe, y mucho mas ‘cadizforniano’ con el ritmo,
la voz y la personalidad de una gran artista. La feria 2008
murió (al menos en cuanto a música en directo se refiere)
tras el adios de Antonio Orozco que, mas bien, sonaba a un:
‘Hasta la vista Ceuta. Hasta muy pronto, gentes’.
|