Más bien, yo diría que en vez de
un acto humillante ha sido el síndrome de la gilipollez por
parte del cabeza de lista de Iniciativa por Tarragona, Lluís
Suñé, al exhibir en su “blog” un cartel que ni tiene
sentido, ni, afortunadamente, se ajusta a la realidad de la
Extremadura de hoy.
Debo comenzar diciendo que no soy extremeño, pero he vivido
8 años en Extremadura y todo lo que guardo de esa tierra es
agradable. Es más, en muchas ocasiones, especialmente al
principio de mi estancia en Ceuta, ha habido quien me
consideró extremeño, cosa que jamás me molestó, más bien al
contrario fue un halago para mí.
El panfleto sacado por el tal, Lluis Suñé, decía:” SOS
Extremadura needs you! Un 8,7% del PIB catalá NO ES
SUFICIENT, APADRINA UN NEN EXTREMENY per 1000€ al mes”.
Sencillamente vergonzoso y lo primero que debo decirle al
político de ICV es que para dirigirse a Extremadura se debe
lavar la cara y luego hablar español, porque en Extremadura
se habla español.
Lo segundo que hay que decirle a ese político, Lluis Suñé es
que los niños de Extremadura tienen sus padres y sus
padrinos en la región extremeña y no necesitan esos 1000€
para irlos a bautizar.
Esos 1000€ y muchos otros miles, es posible que se los
reclamen al ¿político? Suñé los empresarios del cava catalán
cuando se den cuenta de que esas gilipolleces suyas les han
hecho perder una buena parte de las ventas en las próximas
fiestas navideñas, especialmente porque los extremeños se
habrán dado cuenta de que en Extremadura también hay cava, y
bueno, producido por quienes no les van a faltar el respeto,
ni van a poner en tela de juicio su dignidad.
Hoy, parece que ha cambiado, posiblemente para peor, la
andadura de los señoritos marchando en contra o al margen de
la ley. Hace años se detestaba a los señoritos de Castilla,
Andalucía, Extremadura ..., por su prepotencia y falta de
productividad. Con todo, y no los voy a justificar yo,
aquellos señoritos ejercían como tales en las posesiones
suyas o de sus padres.
Hoy, el papel de aquellos señoritos lo quieren desempeñar
ciertos politicastros, como este de ICV a quien escasamente
votará su familia, tratando de humillar, o de mofarse de
unas tierras que siempre han estado en su sitio, y jamás
fueron un problema para la unidad de lo que es España.
Hoy, afortunadamente, Extremadura puede exportar productos
de primerísima calidad, incluso, a Cataluña, como en otros
tiempos exportó mano de obra trabajadora y honrada.
¿A dónde quería llegar Lluís Suñé?, sólo él lo sabrá, es
cierto que después ha dicho que era una broma, pero me
supongo que bromas así no se las toleraría, en su caso, ni
su señora madre; con todos los respetos.
No sé qué actitud habrán tomado las instituciones de
Extremadura, pero me supongo que desde el ayuntamiento más
pequeño, hasta la mismísima Presidencia de la Junta de
Extremadura habrán comenzado unos trámites que no se
quedarán, tan sólo, en una nota de rechazo, con palabras
fuertes, pero sin hechos.
El tal Suñé dice que está arrepentido pero sigue levantando
la voz:” He guardado las direcciones de IP de los que me han
escrito y si esto acaba en juicio, yo también sabré
defenderme”. De ciencia ficción, pero la realidad supera la
ficción del caballero de ICV
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