Las Brigadas Verdes han supuesto en la Federación de Vecinos
un punto de inflexión. La creación de este órgano ha sido el
motivo de varias dimisiones dentro de este organismo en el
último año. Algunos, que prefieren en muchas ocasiones
mantener el anonimato, han declarado sentirse decepcionados
en este sentido, ya que ven a una FPAV “atada a la
Administración local” por medio del convenio que mantienen
con la Ciudad. Otros, como el presidente de la Confederación
de Asociaciones Vecinales de Andalucía, Antonio Viruez, han
declarado la creación de las Brigadas Verdes como un
progreso dentro del funcionamiento de las Federaciones, ya
que, además de mostrarse reivindicativas por antonomasia,
adquieren un papel relevante en creación de empleo y gestión
de un órgano de riqueza para las barriadas.
Por otra parte, algunos presidentes de asociaciones
vecinales de esta ciudad, en manifestaciones a este medio,
creen que la FPAV “tiene una bomba en sus manos”, ya que,
mantener un trato beligerante con la Ciudad podría suponer
perder el privilegio de gestión de las Brigadas, donde una
parte de los empleos se adjudican muchos según el deseo de
la propia Federación. No hay que olvidar que las Brigadas
Verdes tienen 80 trabajadores en nómina, es decir, 80
familias: 40 de ellas salidas del Plan de Empleo y el resto
colocados a través de méritos que estipula la propia FPAV.
|