Las Brigadas Verdes van a contar, a partir de septiembre,
con un convenio laboral que los defienda ante la empresa, o
lo que es lo mismo, la Federación Provincial de Asociaciones
Vecinales (FPAV). Este grupo de trabajo formado por 80
personas se creó a principios de octubre de 2007. Tres meses
después se renovó el contrato de trabajo hasta diciembre de
2008. El jueves, el capataz de la brigada número uno anunció
que el grupo tomaría una medida de presión si no se
mejoraban las condiciones de trabajo actuales. Las Brigadas
consideran que deberían llegar a percibir una cantidad
parecida a los de Obimace.
El caso de Obimace no está cerrado todavía. Después de la
negociación mantenida por la Ciudad y los trabajadores
parecía que se había puesto el punto final a las
reivindicaciones salariales de las empresas municipales. Sin
embargo, el caso de Obimace ha sido un punto y seguido, ya
que, aprovechando que el río está revuelto, las Brigadas
Verdes también quieren pescar.
La Consejera de Medio Ambiente, Yoanda Bel, anunció hace
unos días que con la renovación del convenio de Obimasa se
cerrarían los capítulos de renovaciones dentro de las
empresas municipales, pero el jueves, el capataz del primer
grupo de las Brigadas Verdes avisó de que tomarían medidas
de presión ante la Ciudad para reivindicar una mejora de las
condiciones de trabajo.
La Federación Provincial de Vecinos (FPAV), órgano gestor y
empresa de la que dependen las Brigadas, se enteró del
asunto y convocó para la mañana de ayer una asamblea
extraordinaria y de carácter interno con los trabajadores.
La FPAV ha dejado de ser una simple federación de vecinos
para convertirse también en una empresa. ¿Por qué? Es la
generadora de las Brigadas Verdes. Todo comenzó el año
pasado, cuando la FPAV se hizo acreedora del plan social que
sacó a concurso la Ciudad. El proyecto de ‘los vecinos’
fraguó y comenzó a ejecutarse, empezando a funcionar a
partir de octubre del año pasado. Por lo tanto, la FPAV
recibiría un presupuesto desde la Ciudad para que personas
en desempleo tuvieran una ocupación, bien como peones, bien
como capataces, en los trabajos de desbroce de los solares
de las barriadas, una medida más a favor del empleo en la
ciudad. Algunas voces de dentro de la Federación se han
mostrado disconformes con esta medida, señalando que la FPAV
debe ser un órgano altruísta, alejado de establecer vínculos
con la Ciudad que dejen con poca capacidad de maniobra en
otros campos al ente reivindicativo por antonomasia.
El primer presupuesto destinado a esta empresa contó con
algo más de 300.000 euros. El ejercicio duraría tres meses,
hasta final de año, pero viendo el buen resultado, la Ciudad
renovó el convenio para un año más, con un presupuesto
inicial de 1.700.000 euros aproximadamente.
Han pasado los meses y las Brigadas han hecho su primera
reivindicación laboral. Los peones y los capataces exigen
cobrar 300 euros anuales más, es decir, pasar a percibir
1.200 y 1.300 euros mensuales respectivamente y tener una
tercera paga extra. Estas cantidades comenzarían a parecerse
algo más a los salarios que perciben los empleados de
Obimace, empresa con la que desean compararse los
trabajadores de las Brigadas Verdes.
José Ramos, presidente de la FPAV, reveló ayer a estos
trabajadores en la reunión matinal, que en el horizonte está
fijado dotar de una estructura sindical a estos operarios.
De este modo los trabajadores contarían con un respaldo que
hasta ahora no tienen y que será posible gracias al acuerdo
de prórroga que alcanzarán Ciudad y FPAV en los próximos
meses y que durará, al menos, hasta que acabe la
legislatura. Por eso, los trabajadores pasarán a una
situación de indefinidos, pero todo en función del Gobierno
entrante en las siguientes elecciones municipales.
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El capataz de la Brigada 1 asegura tener el respaldo de la
mitad de los trabajadores y buscará el apoyo de CCOO
Mohamed Chaib es la voz principal
para un amplio grupo de trabajadores dentro de las Brigadas
Verdes. Después de la reunión que mantuvieron ayer los
operarios en la Federación de Vecinos con los
administradores de la empresa, José Ramos y Juan Jiménez, el
capataz de la Brigada número uno de la FPAV se marchó hasta
el Palacio de la Asamblea para pedirle al presidente de la
Ciudad una audiencia con el fin de explicarle los motivos de
la protesta. Chaib aseguró que pretende dar cuenta a Vivas
de la situación de trabajo que atraviesan, aunque por lo
declarado a este medio, no es tan alarmante. Las
reivindicaciones principales pasan por un aumento de sueldo
y una tercera paga extra al año. Para ello, Chaib acudirá el
lunes a CCOO, con el fin de comenzar cuanto antes a recabar
apoyos con la idea de liderar el futuro comité de empresa.
Este capataz aseguró que tiene el respaldo de tres capataces
más y que, solamente hay uno, de los cinco existentes, que
no le ha mostrado su conformidad. Chaib afirmó que todos los
trabajadores procedentes del Plan de Empleo (unos 40) le van
a mostrar su apoyo sindical.
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