Manolo García exhibirá, en la noche de mañana en el
increíble marco del conjunto amurallado, los nuevos temas de
su nuevo trabajo y los ya conocidos de su carrera en
solitario, así como alguno de los clásicos de su etapa en El
Último de la Fila.
Ayer, a falta de dos días para el concierto, el músico de
Poblenou ya había vendido más de 2.000 localidades, por lo
que se espera que con el tirón de última hora más de 3.000
aficionados a su música llenen el patio de armas de las
Murallas Reales.
El 13 de mayo salió a la venta su cuarto disco en solitario:
Saldremos a la lluvia. Gran parte del disco se grabó en
Creta, con importantes influencias de la música griega.
Resulta un disco más claro que de costumbre en cuanto a las
realidades sobre las que Manolo quiere hacer reflexionar,
con especial énfasis en la ecología.
Cuenta con la colaboración de músicos de Ojos de Brujo y las
mezclas corrieron a cuenta de Neil Dorfsman, ingeniero de
sonido que ha trabajado con Eric Clapton, Mark Knopfler u
Oasis.
En el álbum, menos eléctrico y más sereno que los trabajos
habituales del artista catalán, destacan baladas como Los
cítricos amantes.
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