Juan Jesús Vivas, presidente de la Ciudad Autónoma y
encargado de depositar en las manos de Daniel Barenboim el
Premio Convivencia, “un personaje de fama mundial y
acreditado prestigio, al que, por muchas razones, percibimos
próximo y al que admiramos” y que “está aquí por su rotundo
compromiso con la paz, con la vida y con el arte”.
Vivas dio la bienvenida a Ceuta a Barenboim: “Un honor tener
entre nosotros a un personaje de su talla artística,
intelectual y moral” y utilizó las palabras de Martin Luther
King para rendir homenaje al “sencillo arte de vivir como
hermanos”.
“Un compromiso que es una forma de concebir la relación
humana, a través de la cual la tolerancia se impone a la
intransigencia, el entendimiento a la confrontación y el
diálogo a la sinrazón”, señaló el presidente de la Ciudad,
“un compromiso impregnado de corazón, de pasión y de
entusiasmo, y que, por su notoriedad, es también una llamada
de atención a la conciencia de todos para hacernos ver que
el logro de la convivencia pacífica no es una cosa de los
demás, no es algo que incumba exclusivamente a los poderes
públicos, debe ser, por el contrario, obra y empeño de
todos, debiendo cada uno en su ámbito favorecer y procurar
tan noble y necesaria causa”, continuó.
Para Vivas, el otorgamiento del premio a Barenboim “pone en
evidencia la singular y estrecha relación que guardan la
convivencia y la música”. en cuanto que “sin armonía, capaz
de hacer acordes sonidos aparentemente diferentes, no hay
orquesta que funcione, y sin la necesaria armonía entre
personas también en apariencia diferentes tampoco existe
convivencia”.
“Una voluntad y un deseo”, dijo el presidente de la Ciudad,
que cuando se manifiesta “de manera generosa y positiva”
refleja lo mejor de la condición humana y que encuentra su
fundamento ético en algunos principios esenciales: “No
existen hombres ni razas superiores. Todos somos iguales”.
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