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sociedad - JUEVES, 17 DE JULIO DE 2008


los costaleros saludando. a. samiñán.

Crónica / La procesión de la Virgen del Carmen
 

La tradición continúa

La Virgen del Carmen se embarcó
finalmente en su procesión marinera en
`Mi Joselín´, el barco del presidente de la Cofradía de Pescadores, José Hernández
 

CEUTA
Fernando M. Caracena

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La procesión marinera de la Virgen del Carmen volvió a celebrarse un año más con todos los ingredientes de la tradición embarcándose, tras unos días de duda, en un barco de la Cofradía de Pescadores.

Los actos comenzaron a las 12.30 con una misa en la Iglesia de Nuestra Señora de África llena de asistentes y autoridades: el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas; el vicepresidente, Pedro Gordillo; y el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. Dos remos presidían la celebración donde unas chicas de la Armada, muy majas, hicieron una entrega floral a la Virgen.

Pero el momento más esperado llegó a las 20.45 horas, tras la Solemne Misa que antecede el inicio del recorrido de la Virgen del Carmen. El público se agolpaba frente al Santuario de Nuestra Señora de África, el blanco de los uniformes de los soldados de la Armada contrastaba con el colorido del vestir veraniego de la masa de personas. La Virgen se hizo esperar diez minutos. Los corrillos de autoridades anegaban las puertas del santuario: el presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado o la viceconsejera de Calidad Ambiental, Celinia De Miguel estuvieron departiendo durante los momentos de espera. La Virgen del Carmen salió de la iglesia con la imagen de Jesús en una mano y una rosa naranja en la otra. La procesión la abrían Juan Jesús Vivas, José Fernández Chacón y el presidente de la Cofradía de Pescadores, José Hernández. Uno de los momentos más emotivos de la procesión se dio justo en el momento de la salida. A la voz del capataz de la cofradía, los costaleros empezaron a balancear a la Virgen simulando el movimiento del oleaje con el capataz de espaldas, agarrado al paso, siguiendo el movimiento de balanceo entre los aplausos de los asistentes.

La primera chicotá terminó junto a la plaza de África, con la Salve Marinera sonando al fondo. El recorrido continuó por el paseo de Las Palmeras con un atardecer anaranjado apagándose al fondo. Unos tibios vivas ayudaron a los costaleros, casi todos de mediana edad, a afrontar la bajada que lleva al Poblado Marinero. La baranda que asoma al puerto deportivo del paseo de Las Palmeras estaba abarrotada con personas de todas las edades.

Mi Joselín, el barco del presidente de la Cofradía de Pescadores, Jose Hernández, esperaba amarrado a la entrada del puerto la llegada de la Imagen de la Virgen del Carmen. Los costaleros dejaron a la Virgen frente a la embarcación unos minutos para calcular la entrada al bote. Mi Joselín estaba adornado con líneas de bombillas intercaladas entre banderas de España y Ceuta. El capataz dio la orden para alzar la Virgen al bote. El momento más complicado se produjo cuando los cofrades intentaron salvar los adornos de iluminación del bote. La Virgen se depositó en Mi Joselín ladeándose demasiado, lo que hizo aguantar la respiración a los que segían la maniobra. Finalmente un pequeño muchacho de la Cofradía, no tendría más de diez u once años, rompió la tensión gritando vivas a la Virgen del Carmen y la Patrona de los marineros, que fueron respondidos entre sonrisas por los costaleros y el público reunido. La embarcación salió acompañada de varios barcos de la flota pesquera, algunas deportivas y una lancha de la Guardia Civil.

En Mi Joselín, acompañando a la Patrona de los pescadores, estaban unas 25 personas con el mismo número de chalecos salvavidas en la popa del barco.

Nueva ley y antigua tradición


La procesión marinera por la bahía de la ciudad peligró por unos días. Capitanía Marítima impuso nuevos requisitos al habitual desarrollo de la tradición. Un real decreto que fue aprobado el pasado mes de febrero y que entró en vigor en mayo exige que en este tipo de festividades se cumplan unas normas de seguridad: no debe excederse el número de personas máximo para los que el barco está habilitado y todos los tripulantes deben estar provistos de un chaleco salvavidas. En un principio la Cofradía de Pescadores anunció que el paseo marinero de la Virgen peligraba porque no sabían si podían corresponder a la exigencias y que, probablemente, debería procesionar por tierra. En un segundo momento, Delegación de Gobierno ofreció un remolcador, el Sertosa, que podía respetar la nueva normativa pero, finalmente, ha sido acondicionada la embarcación Mi Joselín del presidente de la Cofradía, José Hernández, la que ha realizado la procesión marinera. Un acuerdo de todos que respetaba la nueva normativa y la vieja tradición.

Horas más tarde, y tras su segura travesía en una noche donde el fuerte levante de estos últimos días había amainado, la Virgen del Carmen volvió a la tierra donde la esperaba otra vez una multitud. Por segundo año consecutivo, y tras quince en los que no se hizo, la Cofradía volvió a procesionar con la Virgen a la Iglesia de África. El brillo de una procesión muy arraigada en la ciudad consiguió apagar los momentos de duda de estos últimos días.
 


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