Era el 26 de junio de 1976. Se acercaban las diez de la
noche cuando dos potentes explosiones rompen el letargo de
una calurosa noche ceutí. Se trató de dos artefactos de
terroristas que tenían como punto de mira objetivos
militares. El primero de ellos se apostó en la Comandancia
General, mientras que el otro pretendía crear bajas en la
Comandancia de Marina. Aún hubo más atentados con explosivos
en Ceuta. “En el año 1979 explosionó el primer artefacto en
la Jefatura Superior de Policía. Fue un cohete de
fabricación casera, con explosivo militar, que apuntaba
hacia el Casino de la Legión”, por aquel entonces anexo al
Conservatorio de Música. El que nos cuenta este fatídico
pasaje de la historia de Ceuta, cuyo nombre no se revelará
por su deseo de no ver su nombre en la prensa, vio “a un
compañero herido en el brazo por un trozo de metralla,
porque cayó en la insesatez de volver a entrar en el
edificio para recuperar su cámara de fotos, ya que
pertenecía a la Policía Científica y tenía en el carrete el
trabajo de toda la mañana”. Este policía, “con más de
treinta años en el cuerpo”, viviócomo Técnico Especialista
en Desactivación de Artefactos y Explosivos (TEDAX) una
histórica detonación en una de las habitaciones del Hotel
Ulises a mediados de los ochenta, a cargo de la banda
terrorista ‘Terra Lliure’, cuyos artificieros, dos mujeres
españolas, fueron interceptadas poco más tarde en las
inmediaciones de Barcelona. La diana estaba en los pisos de
Paseo de Revellín donde vivían gran número de militares. Era
invierno y caía la noche, luego se esperaba que gran número
de altos mandos del Ejército ya estuvieran en casa, sentados
tranquilamente a la mesa o en el sofá viendo la televisión.
Un gran temblor con percusión seca restalló sobre las
paredes del edificio hotelero, destrozando las cristaleras
de la segunda planta en su cara sur y escupiendo impactos de
metralla en la fachada de la pared del edificio de ocupación
militar e “hiriendo con un cascote de ladrillo a un coronel”
que ya estaba a punto de acostarse. “En ese momento, cuando
te llaman para actuar, no piensas en nada”, aseveró
enérgicamente este alto mando de los TEDAX, que indicó el
tiempo que se tardó en desalojar previamente el hotel
Ulises: “prácticamente minutos, no hubo tiempo para
pensárselo y se dieron pocas explicaciones”. Simplemente,
todos a la calle”. En ese momento llevaba muy poco tiempo en
filas dentro de este grupo y, dado que han pasado casi
treinta años, nos puede hablar de las grandes diferencias
entre desempeñar el trabajo antaño y actualmente. “Cuando
entré a formar parte de este cuerpo nos dieron a cada uno
unas tenacillas, un bisturí, unos alicates y un peto de
seguridad blindado para prevenir los impactos, nada más”.
Esto, a día de hoy, “ha cambiado muchísimo”, comentó el jefe
de los TEDAX en Ceuta, José Toquero, ya que si bien “los
terroristas se han profesionalizado sus artefactos, la
Policía ha hecho lo mismo para estar un paso por delante de
ellos”. Y cuando habla de progresos, especifica
concretamente las funciones de ‘Nuclear, Biológico,
Radiológico, Químico’, una especialidad llamada por sus
siglas, NBRQ.
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“Para este trabajo no hay que ser ni más listo ni ir de
héroe”
La profesión de experto en
desactivar explosivos y en frenar amenazas de tipo
bacteriológico, nueclar o químico entraña un profundo
peligro, hecho que pide que las personas que se la juegan
ante una fortuita detonación tengan nervios de hierro. Es
así, sin duda, aunque José Toquero, jefe de los TDAX en
Ceuta, equipare humildemente el riesgo de su profesión “al
de cualquier otra”. Según Toquero, “para este trabajo no hay
que ir de listo, ni ser tonto, y tampoco demostrar que
tienes más huevos que nadie”. Simplemente, “tienes que
plantarte ante la bomba y tener muy claro lo que vas a
hacer”, sin dudas, sin pensártelo, sin ver más allá una vez
entres en el radio de acción de una sustancia química
embutido en el traje especial EPI. “Saber lo que estás
haciendo en cada momento es muy importante y permanecer
calmado aún en momentos de tensión”. El veterano Toquero
apunta que esta profesión no se realiza por dinero, porque,
si es de esta forma, llega un momento en que te retiras.
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